Estimado/a Diputado/a:
Me llamo Rebecca Kiessling, soy americana,
esposa y madre de cinco hijos, dos de ellos adoptados. Soy la presidenta de
SaveThe1 (SalvarEl1), asociación internacional que lucha por la defensa del
derecho a la vida de todos los seres humanos, especialmente los más
desprotegidos.
Un buen número de personas de
nuestra organización son de Argentina y me han animado a escribirle esta carta.
Estos últimos meses he quedado consternada
viendo el incremento de ciudadanos que reclaman la despenalización del aborto
en Argentina. Para alguien como yo que ha sido concebida en una violación ya es
duro saber que en la actualidad se permiten las “excepciones” cuando una mujer
dice que su hijo ha sido concebido en una violación, si un médico diagnostica
que el bebé tiene malformaciones incompatibles con la vida o si afirma que la
madre corre peligro de morir. Estas
tres alegaciones pueden ser o no ciertas, pero las tres están discriminando a
las personas más vulnerables de la sociedad que son los que requerirían una
protección más efectiva. Además, esta semana, el Congreso votará si
el aborto será legal en el país en cualquier supuesto con lo que, de salir la
votación favorable, Argentina sería el quinto país latinoamericano en
despenalizarlo sin esas restricciones, después de Cuba, Uruguay, Guayana, Chile
y algunas partes de México y el asesinato de niños por nacer estará permitido.
Ninguna ley los amparará.
Ya, anteriormente, había escrito
sobre la legislación del aborto que se quería establecer en Argentina y, ahora,
quisiera añadir más argumentos. SaveThe1 es una organización de unas 450
personas que fueron concebidas en una violación como yo, madres que concibieron
un hijo tras ser violada y que lo están criando, madres que tras dar a luz lo
dieron en adopción y otras, que incluso lo abortaron y hoy lo lamentan. Además,
tenemos centenares de madres a las que se les aconsejó abortar porque el
diagnóstico del hijo que esperaban era de incompatible con la vida. Valoramos
la vida y deseamos que el Senado de Argentina continúe protegiéndola sin
discriminación.
Nuestra filial en lengua
castellana es Salvar El 1, ese 1% que está orillado por esta legislación y que
en USA representa tan solo el 1% de los abortos que se realizan. Defendemos los llamados "casos
duros" en el debate del aborto. Ahora mismo tenemos casi 40.000
seguidores en nuestra página de Facebook de Salvar El 1. Desde la rompedora noticia de que en
Argentina se busca legalizar el aborto, hemos recibido un aluvión de historias
de argentinas que desean compartir con nosotros sus testimonios. Ellas
se animan a dar la cara al leer mi historia y las de otras muchas personas de
nuestra organización. Muchas voces
se están alzando en Argentina, pero, lo más importante, las voces de los más
inocentes se van a escuchar y se alzará la voz en defensa de aquellos niños
argentinos por nacer que todavía no la pueden alzar y que están en riesgo.
Karina Estrella Etchepare
Así, por ejemplo, Karina Estrella Etchepare, argentina,
concebida en una violación. Su madre fue violada por su padrastro a los 14
años. La dio en adopción. Testificó recientemente en el Congreso cuando se
debatió el nuevo proyecto de ley que se quiere votar y ella se pregunta: “¿Alguien
se atreve a decirme que su vida vale más que la mía porque soy fruto de una violación?
Argumenta que “la madre y el hijo son víctimas del violador, por eso hay que
protegerlos. Nadie tiene derecho a decir que una vida vale menos que la otra, y
mucho menos la del fruto de una violación, porque ese bebé desconoce cómo fue
engendrado. Si al violador, con suerte, se le sentencia a 15 años de cárcel,
¿Por qué al bebé inocente se le sentencia a muerte?”.
Como yo, Margarita Juncos, de Argentina, fue concebida tras una violación. Su madre tenía 17 años
cuando fue violada y dio a luz a su hija sola en un centro de ayuda a la mujer.
Tristemente, falleció a los dos meses de algún problema de corazón y ella fue
criada por su abuelo materno. Ya adulta, esposa y madre, conoció por azar la
verdad de su concepción y nacimiento. Valora el regalo de la vida que le dio su
madre en las peores circunstancias y no guarda rencor a su padre biológico.
Por otra parte, Anahí Retsar, también de Argentina, quedó embarazada tras una violación a la temprana edad de 14 años. Ella contactó con Salvar el 1 para contarnos su historia de la que se puede extraer una gran enseñanza. En sus palabras: “Nunca se me hubiera pasado por la cabeza matar a ese niño porque ser violada y ser una asesina y encima echarle la culpa a alguien que no la tiene, son cosas diferentes. El hijo no tiene la culpa de la mala acción de su progenitor y no tiene que pagar por su crimen”.
Hoy Anahí está casada, es madre de
varios hijos, algunos adoptados y su hijo mayor, Catrial, ya la ha hecho
abuela.
Adriana Shinki, de Argentina, fue concebida en una violación cuando su madre tenía
sólo 11 años. Al no poder hacerse cargo de ella, la dejó en un orfanato donde
sabía que iban a criarla y a procurarle cariño. Con los años tuvo la dicha de
conocer a su madre y relata en el blog de Salvar el 1: “¿Cómo voy a estar
enojada con la mujer que me dio la vida?”.
Desde
el sentir de quien se sabe concebido en violencia, pero criado en el amor,
Adriana aconseja a todos aquellos que de cuestionan las excepciones: “Si hay
alguna mujer que ha sido violada y que espera un hijo fruto de ese acto y que
está leyendo mi historia, le diría que al tener a ese hijo va a darse cuenta
que todo lo malo pasa por algo y que un hijo es lo más hermoso del mundo y jamás
se van a arrepentir por no matarlo. Él es su hijo, da igual cómo llegara, y es
el único que las va a amar por la simple razón de que es su mamá. A las personas que son fruto de una violación
les diría que, obviamente; ellos no tienen la culpa de cómo fueron concebidos y
que su vida no vale ni más ni menos que otras. Valen los mismo porque todos
somos humanos y tenemos derecho a vivir nuestras vidas”.
Sofía, también de Argentina, fue
violada hace cinco años. A los seis meses de su violación y en una situación de
depresión y abatimiento por lo sucedido, supo en una revisión médica rutinaria
que estaba esperando un hijo de su violador. Contra todo lo que se podía
esperar, “Ese bebé se convirtió en mi motivo de vida, en el amor de mi vida y
en mi vida. Mi hijo ahora tiene 4 años y
se llama Ian que quiere decir "enviado del cielo". Él es el milagro
que Dios me regaló después de una desgracia y mi fortaleza para seguir
adelante. Aún estoy en tratamiento para superar lo qué pasó, pero con él mi
vida pasó de ser una pesadilla a ser un sueño”.
Como en el caso de Sofía, muchas madres por violación
relatan como ese hijo inesperado y no deseado ni buscado, fruto de la barbarie,
fue su motivo para seguir adelante y lo único bueno que salió de ese acto
horrendo. El bebé concebido, es el triunfo del bien contra el mal.
Claudelina
Sanabria,
residente en Argentina, fue violada a los 11 años y quedó embarazada. Sin saber
apenas qué había ocurrido, se encontró delante del juez tutelar de menores que
la animó a abortar. Pero cuando éste le explicó qué era un aborto supo que
significaba asesinar al hijo que llevaba en su vientre. Con palabras entrecortadas de niña asustada pero
la sabiduría de una anciana, rechazó el aborto y dio a luz a su bebé. “Si
tuviese que aconsejar a una muchacha que espera un hijo tras una violación, le
diría que fuera fuerte y que opte por la vida. No se arrepentirá. Yo lo pasé y
no hay nada como dar a luz y ser madre. Ojalá pueda hacer entender a todas esas
personas que nadie tiene derecho de sacar la vida de un inocente”.
Viviana
Victoria,
también de Argentina, sufrió abusos sexuales desde sus doce años por parte de
un amigo de la familia mucho mayor que ella y quedó, finalmente, embarazada a
los catorce años. Pero lejos de ser defendida por su familia o las autoridades,
se vio obligada a casarse con su violador.
El matrimonio forzado y la situación de maltrato que sufría acabo casi
con su salud física y psíquica, pero, nuevamente, el hijo engendrado fruto de
la violencia fue su salvador. Así relata a Salvar el 1: “El hijo que di a luz
vino a quitarme esos deseos de suicidarme que tenía y toda mi infelicidad. Me
salvó la vida y me dio esperanza a pesar de la manera en la que llegó a este
mundo”.
Akli Ahlet de Argentina, quedó embarazada
tras ser violada en un auto y tuvo que superar, no sólo las secuelas de una
violación y su recuerdo, sino el desprecio de la sociedad hacia su hijo
concebido en violencia y estigmatizado incluso por los propios médicos que la
trataban. Como relata e Salvar el 1 en el blog: “La doctora me dijo que mi hijo
era un asco y todo por un crimen que no cometió. Decía que no iba a sobrevivir
si ya tenía esos bajos de glucemia. Yo me puse a llorar y a decir que no
entendía por qué se ponía en contra de mi hijo si él no había hecho nada malo”.
María de la Paz Rodríguez Coronel Dudignac
María de la Paz
Rodríguez,
también argentina, fue concebida en una violación y entregada en adopción.
Hoy está felizmente casada y es madre de dos niñas. Ella
misma explica al mundo, orgullosa: “Mis hijas son pro vida. Nietas de una
abuela violada, quien eligió no abortar y dar en adopción su madre (yo), por lo
tanto, una mujer valiente. ¡De lo contrario mis hijas no existirían!
¡Felizmente adoptada! Soy una privilegiada de la vida...
porque tuve dos madres: Una que me dio LA vida y otra que me dio SU vida
"¿Quién se atreve a decirme que no debía nacer por ser bebé no deseado
gestado durante una violación? Puedo amar. No soy una abominación de la
naturaleza por no ser engendrada con amor”. ¡Es mejor ADOPTAR que ABORTAR! porque cada vida vale".
Tristemente, la mujer víctima de la violación es señalada
por proteger y amar a su estirpe y no se comprende que ese bebé pueda ser amado
por ella a pesar de haber sido concebido en una violación.
Por
favor, entiendan que legalizar el
aborto para casos de violación y otras excepciones sólo muestra que hay vidas
que valen más que otras. ¿Se
imaginan creando "excepciones" para bebés asiáticos o africanos o
judíos? El mensaje es que ellos no merecen la pena y no hay que
proteger sus vidas. Habría una hecatombe internacional si, algún día, se
propusiera esto. Sí, es lo mismo en nuestro caso. Y sentimos que existe
una gran apatía cuando se trata de valorar nuestra vida. Las madres que tienen hijos concebidos en
una violación afirman que ellos son señalados con el dedo y despreciados y a
ellas se las pone en entredicho por no haber abortado y porque aman a ese
niño.
Agradecemos
la empatía con las víctimas de una violación, pero ellos tienen cuatro veces
más posibilidades de morir en un aborto el año que viene que de ver la
luz. En el libro del Dr.
David Reardon, Víctimas y
Vencedores: Aprendiendo más acerca de sus embarazos, abortos y de los niños concebidos
en violación, él cita los estudios realizados al respecto. Tras un
aborto, las víctimas de violación tienen un índice más alto de suicidios y
adicción a drogas. Los violadores, pederastas y proxenetas adoran el aborto ya
que destruye la evidencia del delito y los faculta para seguir. Con frecuencia,
la propia madre de una muchacha también ha permitido que trafiquen con su
cuerpo o la ha dejado desprotegida. Es el bebé en estas situaciones quién
ofrece evidencia de la violación. Si de verdad queremos proteger a la víctima
de un abuso, debemos defenderla de su violador y no de su hijo.
Argentina, eres una gran nación,
mucho mejor que otras, porque has establecido una cultura dónde la gente es
amada y valorada. Las argentinas que han dado
su testimonio más arriba han sabido compartir sus historias de amor por la vida
porque todas ellas aman a sus hijos sin importar cómo fueron concebidos. Por favor, no acepten la cultura de muerte
y discriminación de nuevo. Nos urge decir a sus senadores, a usted en
particular, que NO voten a favor de la despenalización del aborto. Voten NO a
la legalización de la muerte de un inocente. No permitan que la sangre de
inocentes bebés argentinos salpique su suelo.
Afectuosamente,
Rebecca
Kiessling
Presidenta
de Salvar El 1
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ReplyDeleteGracias Rebecca. Miles de bendiciones para vos y toda la organizacion. Dios quiera tu carta mueva las conciencias y voluntades de los diputados de mi país. Que la Virgen Santa te cubra con Manto. Cariños, Mariana
ReplyDeleteMuchas gracias a usted. Un abrazo muy grande lleno de vida. Rebecca
DeleteTe felicito de todo corazón por tu testimonio y los otros que nos has traído. Te agradezco por pensar en nosotros y en los niños por nacer. Pido para ti la bendición de Dios para siempre y te deseo lo mejor.
ReplyDeleteUn abrazo muy grande lleno de vida. Rebecca
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