Donna Marie Shibuya
Fui un bebé abusado. Después de
que mi madre diera a luz, la echaron de casa y se quedó en la calle. Se fue a vivir
con un hombre que se rumoreaba que era un chulo y me dejaba sola con él todos
los días. La hermana de mi abuela venía a verme y lloraba cuando veía que mi
pañal no se había cambiado durante horas.
Creo que tenía unos 10 meses de
edad cuando ocurrió el incendio, en 1967. Cuando un grupo de niños que jugaban
cerca me escuchó llorar, llamaron al 911. Me encontraron los bomberos sola en
un apartamento en Compton, California, atada con un alambre por una pierna a
una aspiradora.
Durante un mes, me pusieron al
cuidado del Condado de Los Ángeles y me llamaron "Jane Doe", hasta
que se determinara mi identidad y la de mi familia. Me asignaron una familia de
acogida, la misma familia que me adoptaría años más tarde. Después de un tiempo,
el Departamento del Alguacil encontró a mi familia y me entregó a mi abuela,
quien dijo que se ocuparía de mí, "hasta que mi madre se recuperara".
Mi nombre de nacimiento era Donna
Ann Barnes.
Al principio, descubrí la
historia de mi infancia gracias a los datos que los registros judiciales habían
guardado. Cuando tenía 37 años, comencé a hacer mi propia investigación con la
orientación de mis compañeros de la policía, viajes al Hall of Records y
localicé y hablé con personas de ambos lados de mi familia. La noticia más abrumadora
que recibí durante mi búsqueda fue que la madre y la abuela con las que había
fantaseado toda mi vida habían fallecido antes de que yo cumpliera cinco años.
Eso me dolió mucho y lloré esa pérdida a pesar de que había sucedido mucho
tiempo atrás.
También me sorprendió saber que
el padre de mi madre biológica era su padre biológico, no su padrastro como
siempre había creído. Esto significaba que mi concepción había sido el
resultado de la violación incestuosa a mi madre de 16 años por parte de su
propio padre (mi abuelo).
La pequeña Donna
Mi madre, Linda, ocultó
vergonzosamente su embarazo durante los 9 meses. Su madre no sabía que estaba
embarazada hasta la noche en que ingresó en el hospital quejándose de
"dolor de estómago". Temerosa de su padre, les dijo a las personas
que la rodeaban que no sabía quién era el padre. Pero en algún momento,
secretamente le dijo a su vecina y a la trabajadora social que su padre la
había dejado embarazada. El rechazo de su madre y el apoyo a su padre violador
la destrozaron y finalmente la llevaron a la adicción a las drogas, la
prostitución y la muerte por suicidio a los 21 años.
Así que la mujer que protegió a
su compañero violador y se negó a creer a su propia hija de alguna manera se
convirtió en mi cuidadora. Tras cuidarme unos pocos meses mi abuela le dijo a
la trabajadora social que ya no podía
atenderme y pidió que los servicios sociales vinieran a buscarme ya que ella
también había dado a luz un bebé un mes antes de que yo naciera y no podía
atender a ambos bebés.
Sin embargo, los servicios
sociales le dijeron a mi madre adoptiva que mi abuela no me quería porque le
recordaba el hecho de que su pareja, el padre de sus hijos, también era el
padre de la hija de su hija.
Parece que mi abuela se dio
cuenta de que su hija había dicho la verdad, pero mi abuela quiso creer que mi
madre lo había seducido. De hecho, ella le había dicho a mi madre adoptiva que
mi madre la había deshonrado frente a toda su familia.
Terminé en un hogar de acogida
porque, después de nacer, mi abuela se puso de parte de mi padre / abuelo y me
echó a mí y a mi madre de su casa. Ella lo apoyó a él y su versión de la
historia como lo demuestra el hecho de que ella no sólo mantuvo su relación con
él, sino que a los tres años se casaron. Fui al Hall of Records y busqué el
certificado de matrimonio. Debió de romper el corazón de mi madre ver cómo
había sido abandonada por su propia madre.
Inexplicablemente, mi abuela
continuó visitándome en el hogar de acogida hasta que tuve cuatro años.
Entonces, desapareció. Sin ningún otro contacto de mi familia biológica, fui
apta para la adopción, que es lo único por lo que puedo estar agradecida a mi
abuela. Fui adoptada por Ida, mi madre adoptiva y su esposo Charley.
Sus padres adoptivos, Ida y Charlie
Tan pronto como mi adopción fue
oficial y finalmente tuve dos nuevos padres, mi papá Charley nos dejó. Hizo su
equipaje y canceló todas las tarjetas de crédito. Después de eso, mi mamá Ida nunca
se volvió a casar y me crio como madre soltera. Ella era una madre increíble.
Sin embargo, en mi adolescencia a
menudo estaba deprimida, siempre tenía en mente que en algún lugar tenía una
madre biológica que no me quería. No lo supe hasta años después cuando mamá,
Linda, vino a mi casa gritando y diciendo que se la habían robado a su
hija y que quería que le devolvieran a
su bebé. La mamá Ida le dijo que la adopción era oficial. Creo que fue poco
después de eso, Linda se suicidó.
Mientras tanto, a medida que
crecía, más me daba cuenta del problema del aborto y del slogan de los
"derechos de las mujeres para controlar sus propios cuerpos". Derechos
de elección, especialmente, en el campus universitario. Por supuesto, la
violación era considerada una de las razones más justificadas para abortar, y
la idea de que una mujer que había sido violada o que había sido víctima de
incesto pudiera criar a su bebé era repugnante. Yo era el resultado de ambos,
¿entonces?...
A veces pensaba que mi madre
podría haber tenido una vida más feliz si hubiera podido abortarme, y empecé a
pensar que tal vez hubiera sido mejor no haber nacido. Creía eso porque todo el
mundo coincidía en que la vida del niño no importaba en estos casos, por lo que
pensaba que yo había tenido la culpa de que mi madre me abandonara. Mi madre
biológica probablemente me odiaba, razonaba. La gente decía que no era justo
que la mujer victimizada se viera obligada a lidiar con "el hijo del
violador", incluso escribí un artículo en la universidad titulado "El
bebé", en el que argumenté enérgicamente a favor del aborto. ¡Qué tonta
era! Realmente, desearía haber sabido entonces lo que sé ahora.
Tras convertirme al cristianismo
hace nueve años, comencé a descubrir mi valía y el verdadero don y el valor de
mi vida. Me di cuenta de que si Dios me había dado la vida, esa era razón
suficiente para merecer estar aquí y vi que todo el movimiento a favor de la
elección era una excusa para que las personas pudieran matar egoístamente a los
bebés por conveniencia y no porque el embarazo se produjera debido a una
violación (que ocurre el 1% de las veces) o al incesto (que sucede al 0.5%). Es
despreciable que los grupos a favor del aborto hagan un lavado de cerebro a la
gente y que les hagan creer que la violación es una razón válida para poder
matar a un bebé.
La forma en que fui concebida no
fue mi culpa. No elegí a mi madre adolescente ni a mi padre / abuelo violador.
Además, las personas que argumentan que los bebés concebidos por incesto deben
ser abortados porque habrá alguna deformidad física o daño cerebral tampoco
tienen razón.
Me atrevo a decir que, según las
estadísticas, la mayoría de las personas son descuidadas en sus relaciones
sexuales, tienen relaciones sexuales de manera casual porque quieren lo que
quieren y abandonan todos los valores y el sentido común. Luego, con
arrogancia, sienten que merecen un derecho a elegir: una "tarjeta para
salir de la cárcel" sellada con las palabras Violación o Incesto. Los
partidarios del aborto se aferran desesperadamente a estas palabras como
escudos para esconderse detrás, para que puedan seguir utilizando el aborto
como una forma de control de la natalidad y sentirse bien al respecto. Si fue
un accidente, un error, una noche de ebriedad o una violación, nosotros, los
niños concebidos en esas circunstancias, ¡todavía queremos vivir!
Ahora hay vídeos en Internet
donde los ex-abortistas hablan de cómo retroceden los fetos para esquivar los
fórceps cuando el médico intenta agarrarlos. Nosotros, los niños seleccionados
para el aborto por las circunstancias de nuestra concepción, queremos disfrutar
del “derecho a vivir” como cualquier otra persona. ¿Cómo se atreven los llamados
"defensores de las mujeres" a ponernos en la tesitura de matar a
nuestro propio hijo además de haber sido ya víctimas de violación o incesto?
¿Cuánto mejor podría haberme sentido con respecto a mi propia vida si no
hubiese tenido que escuchar año tras año, que mi madre habría tenido una vida
mejor si yo no hubiera nacido? En ese
momento me lo creí porque mi joven madre tuvo una vida trágica. ¿Cómo le habría
ido a ella si la sociedad le hubiera dicho que es normal amar a su propio hijo
aun concebido en violación?
Un bebé no es un castigo (a
diferencia de lo que el ex presidente Obama argumenta) y un bebé no es una
sentencia de muerte. Un bebé es claramente una prueba de violación, y si se
hubiera acudido a la justicia, mi ADN podría haber llevado a mí padre violador
a la cárcel y salvar a mi madre de él.
Ahora, pueden acusarme si quieren
de ser incapaz de identificarme con las mujeres del otro lado, mujeres que
están esperando un hijo no deseado. Creanme cuando digo que he estado en el
otro lado. Cuando tenía 21 años aborté. Tomé el cool-aid y me convencí a mí
misma de las mentiras narcisistas y quise creer que ese niño está solo un grupo
de células. Mi cuerpo / mi elección, es sólo un procedimiento médico y así
sucesivamente. Sin saber el valor de mi propia vida, ya había escrito el documento
de apoyo al aborto. . . Ya estaba a mitad de camino. Quería desesperadamente
que la retórica fuera cierta porque quería una razón para no tener que sentirme
culpable y egoísta, a pesar de que me sentía así.
Pero ahora tengo 52 años y puedo
decir honestamente que mi aborto sigue siendo una de las peores decisiones que
he tomado en mi vida. Inmediatamente después de que terminó, lloré
profundamente de angustia en la clínica, porque sabía que estaba equivocada y
me arrepentí profundamente. No era un conjunto de células, era mi bebé. Extraño
al niño que podría haber criado. He orado a Dios por su misericordia y perdón.
Al cabo del tiempo, me bendijo con mi hija. Ser su madre es una de las grandes
alegrías de mi vida.
Donna y su hija Aliya
Ésta no es una historia fácil de
contar. He tardado muchos años en poder contarla. Pero de vez en cuando, alguna
mujer me dice que he cambiado su forma de pensar sobre el aborto o cualquier
sentimiento negativo que puedan tener por el hecho de haber sido concebidas por
violación o incesto y eso hace que todo valga la pena. Estoy muy agradecida a
Dios por cualquier manera grande o pequeña en que pueda ser una ayuda para
alguna persona y, en última instancia, mantener vivo a un bebé. Tener un bebé,
incluso si eres violada o incluso en caso de incesto, no es lo peor que te
puede pasar. Después de experimentar personalmente la pérdida, siento que el
aborto es lo peor. No permita que la violencia o el mal que le infligieron la
lleve a infligir violencia a las víctimas más inocentes, los bebés.
Nota: Donna Shibuya es cristiana,
provida, madre de 1 hija, analista administrativa de una agencia de aplicación
de la ley y bloguera pro-vida para Save The 1. Vive en el Estado de Los Ángeles
con su hija de 20 años. Donna ha compartido su testimonio en las iglesias y
comenzará a hablar en actos provida.