Saturday, December 28, 2019

Historia de mi embarazo


Por Kristi Kollar


Tenía 17 años cuando quedé embarazada. El hombre que me violó era mi amigo, pero resultó ser un manipulador del que no me podía deshacer. Era el tipo de persona que amenazaba con suicidarse y le echaba la culpa a los demás por no hacer cosas por él. Vivir esta situación da miedo. Cuando me sujetaba del cuello en la parte trasera de su camioneta, le decía que no, pero eso no lo detenía. Recuerdo la lucha y el llanto. No se detenía hasta que yo estaba hiperventilando tanto que mi cuerpo se estremecía fuera de mi control.

Kristi y su hija Abby

Quizá pienses que doy demasiados detalles - pero créeme que no lo hago. Comparto esto para demostrar la severidad de la violación. Cómo te afecta en todos sentidos -emocional, mental, física y hasta espiritualmente.

 Estudiaba en el último año de preparatoria en Montana y acababa de ser aceptada en la universidad de mis sueños en Nueva York. Un año antes del ataque, mi papá y yo habíamos sobrevivido el incendio de nuestra casa, nos habíamos quedado sin hogar, entrábamos y salíamos de hospitales, tuvimos emergencias familiares y muertes, y habíamos debutado en una película donde dábamos nuestro testimonio (crecí en un hogar lleno de abusos, antes de que mi papá ganara mi custodia a los 7 años y ambos fuéramos salvados).

Si existía un momento en que fuera el tiempo “equivocado” para quedar embarazada, era éste. ¿Cómo podía poner más carga sobre mi papá cuando ya estaba lidiando con tanto? ¿Qué pasaría con la universidad?

Estaba muy involucrada en una escuela cristiana privada - tomaba cualquier actividad extra curricular que podía y tenía a muchas chicas menores que yo que me admiraban. ¿Qué pasaría con la iglesia? ¿Se irían mis amigas? ¿Me creerían? ¿Qué me haría él si lo contaba?

Todos estos pensamientos me acosaban todos los días durante los 7 meses en los que escondí mi embarazo. Pero uno de ellos resonaba más fuerte que todos: Tenía una pequeña persona viviendo en mí. Una vida. Dios me encomendó a ayudarlo a crear un bebé humano. Y nada de esto era su culpa.

Kristi durante su embarazo

Siempre he sido provida, pero no dejaba de darle vueltas a mi cabeza. ¿Era conveniente abortar y olvidarme de todo? Seguir con mi vida, graduarme y mudarme a Nueva York. Estaba tan cerca de lograrlo... No teníamos el dinero para criar un bebé- especialmente después de todos los acontecimientos que mencioné antes. Tenía que cuidar mi reputación.


Pero nunca fue una opción real para mí. ¿Podía escoger ganar el mundo entero a cambio de perder un alma? ¿Realmente mataría un bebé sólo porque ella no era parte del plan que yo tenía?

Recuerdo escribir un ensayo provida (como lo hacía cada año) cuando estaba de 20 semanas de embarazo. Recuerdo sus pequeños piecitos pateándome y su hipo mientras escribía. De pronto me detuve y me di cuenta que en ese punto de mi embarazo aún es legal terminar con su vida. Ni siquiera podía imaginármelo- sentir una vida preciosa tan activa dentro de mí y aún negar su legitimidad.

Mi plan era llegar a la graduación y luego contárselo a mi papá y a unos pocos más. Yo tenía una complexión tan pequeña que esconder el embarazo no era difícil. Sin embargo, la gente empezó a darse cuenta.

Tres semanas antes de mi graduación, mi pastor llamó a mi papá y yo sabía que él se había dado cuenta. Estaba aterrada. Recuerdo que él entró y empezó a decirme cuánto me amaba y lo orgulloso que estaba de mí. Entonces me preguntó si estaba embarazada y le conté lo que sucedió. De inmediato pidió una cita con el doctor y una junta con mi escuela y la iglesia.

Fueron muy corteses en mi escuela. El doctor dijo que todo se veía muy bien, a pesar de haber eludido todas las citas prenatales. Estaba esperando una niña.

Siguió la iglesia. El lugar en el que esperaba encontrar la mayor gracia y seguridad, pero en vez de eso recibí mucha confusión y rechazo. Los padres de mi agresor también iban a nuestra iglesia y ellos, mi agresor y los pastores, mi papá y yo, tuvimos una reunión para decidir qué haríamos. Él admitió lo que me hizo frente a todos. No hicieron nada. De hecho, trataron de presionarnos para que nos casáramos. Era claro que querían esconder todo para no perturbar la iglesia. Cuando yo no accedí, me pidieron que me fuera.

Después de esto, luché contra la depresión y la confusión espiritual. Perdí muchos amigos y ahora también la iglesia donde crecí. Sentía que yo no tenía perdón. Después de todo, me corrieron de la iglesia que fue mi hogar durante 9 años.

El 27 de Julio de 2018, nació Adeline Marie Kollar. Todo salió increíblemente bien. En el momento en el que la vi, todo el dolor previo de los 9 meses desapareció completamente. Realmente creo que, si no tuviera a Abby, no habría podido sanar de las agresiones. Ella era y es la luz y el propósito de mi vida.

Su padre no quería involucrarse y yo no me sentía segura cerca de él, así que me vino muy bien. Viví con mucha culpa durante un tiempo, ya que mi iglesia me había presionado diciéndome que Abby crecería sin su padre, pero le doy gracias a Dios por ser verdaderamente el Padre de Abby y jamás le hará falta un papá porque Dios es fiel.

 También tenía el apoyo de mi increíble papá. Él alentó el sueño de mi universidad y mi vida en Nueva York. Se mudó conmigo a la ciudad para poder cuidar a Adeline mientras yo estudiaba.

Ahora, soy estudiante de actuación de tiempo completo y una madre soltera joven, así como activista provida. He creado un ministerio personal para la defensa de la vida en todas las etapas - desde la concepción hasta la muerte natural. He ayudado en centros de embarazo, tengo una plataforma en redes sociales y me piden que hable en eventos públicos. Guío y atiendo a jovencitas y puedo ayudar en frentes más personales como el lidiar con asuntos como el abuso sexual, prevención de suicidio y embarazo de adolescentes. Mi historia es una de muchas.

Quiero señalar que la maternidad no mata los sueños y no se limita a cierta edad, siempre hay apoyo, aunque no venga de la familia o de los más cercanos. Hay centros, así como otras organizaciones y personas voluntarias que quieren hacer cualquier cosa para ayudar. No tiene que haber circunstancias perfectas. El aborto jamás es la mejor opción.

Bio: Kristi Kollar es una joven soltera, madre como resultado de una violación. Es estudiante universitaria de tiempo completo y oradora y activista provida. Ella aborda temas como el abuso sexual, el embarazo en adolescentes y la maternidad, prevención del suicidio y el empoderamiento de la mujer.

Sunday, December 8, 2019

Me obligaron a abortar para que mi padre continuara violándonos a mi hermana gemela y a mí



Por Frida Halliday

Escribo mi historia para ayudar a las personas a valorar la vida, sin excepción y para alentar a otras que están pasando situaciones difíciles. Sepan que hay personas que se preocupan por ellos y que Dios nunca los olvida.



Nací en 1961 y me crié en un vecindario en el oeste de San José, California. Era una de las dos gemelas en una familia de siete. En mi casa había alcoholismo e incesto. Mis padres eran miembros de la Orden de los Rosacruces y asistían a sus reuniones, pero mi padre se declaró ateo, mientras que nuestra madre nos llevó a la escuela dominical en una iglesia metodista desde que éramos muy pequeños. Tanto mi madre como mi padre eran alcohólicos violentos. Nos maltrataron a los niños de todas las formas en que un niño puede ser maltratado, física, sexual y emocionalmente.

Mi padre comenzó a abusar de mí cuando tenía cinco años, mientras mi gemela y yo dormíamos. Me despertaba aterrorizada sintiendo qué me hacía. Sin saber cómo responder, sólo fingía que todavía estaba durmiendo, y recuerdo haber rezado a Dios para que detuviera el dolor porque realmente me estaba lastimando. Durante toda mi infancia, nadie me explicó qué era la violación, y mi hermana y yo nunca hablamos de eso.


Para agravar las circunstancias, mi hermana gemela y yo fuimos objeto de experimentación en el Instituto de Investigación de Stanford dentro de un programa llamado MK-Ultra, realizando experimentos de control mental basados ​​en  el trauma y  patrocinados por la CIA. Ochenta grandes universidades e instituciones estuvieron involucradas en estos experimentos durante la Guerra Fría. Mi hermana y yo estuvimos encerradas en Stanford durante seis meses completos cada año durante los primeros siete años de nuestras vidas. El propósito del trauma y la tortura era romper nuestras mentes y ver si podían inducir la disociación y las múltiples personalidades. Luego, su intención era programar cada parte para hacer las cosas que querían que hicieras y fuimos víctimas de la trata sexual.

Debido a que estábamos traumatizadas en Stanford durante nuestros años de formación, nos disociamos y aprendimos a ignorar el abuso. Lo llaman "la mirada de mil yardas" y este fue nuestro mecanismo de supervivencia.

A los 9 años, mi hermana tuvo un ataque de nervios y fue ingresada en el Stanford Children's Hospital. Cada año, mi madre la llevaba allí pues siguió sufriendo ataques de nervios y resultó ser un lugar seguro para ella. La primera vez que regresó del hospital, le pregunté dónde había estado y ella dijo: "No es tan malo, no es tan malo como nuestro hospital de tortura". Y esa es la única vez que hablamos remotamente de nuestro abuso infantil.


La mayor parte del tiempo, pude evadirme de lo que estaba sucediendo, pero a la edad de 12 años, recuerdo haberme despertado escuchando a mi hermana gemela gritar y vi a mi padre encima de ella. Me tapé la cabeza con las mantas, me tapé las orejas, contuve el aliento y recuerdo que sentía que mi corazón explotaba en mi pecho.

Como resultado de que mi padre abusó sexualmente de mí, quedé embarazada de él en 1973. Tenía 12 años y Roe v. Wade acababa de convertirse en ley. Mi madre fue al pediatra para pedirle una derivación a una clínica de abortos, pero él se negó a darle una derivación por razones morales.

Años más tarde, fui a este pediatra para preguntarle sobre mi embarazo a los 12 años, y él me dijo que su negativa a derivarme para que me hicieran un aborto causó una separación entre mi madre y él. Me dio una copia de mi historial médico donde se detallaban todas mis lesiones infantiles y se disculpó por no haber informado nunca. Los médicos no estaban preparados en ese entonces para hacerlo. Me afectó tanto leer este archivo que lo quemé muy disgustada.

Sin embargo, mi madre rápidamente encontró un médico que la remitió a una clínica de abortos y cogió cita para mi aborto. Lo único que me dijeron es que tenía que ir al médico y que mi madre me llevaría allí para realizarme un procedimiento quirúrgico. No sabía que estaba embarazada en ese momento.

Al final resultó que la clínica de abortos estaba ubicada a un par de cuadras de nuestra casa. El día de mi aborto, mi madre y yo fuimos juntas en el coche. Una vez que llegamos al estacionamiento, mi madre me indicó que esperara dentro del coche mientras entraba a la clínica para ver si estaban listos. Debí haber entrado en pánico porque después de que ella se fue, me encerré dentro del auto. Cuando mi madre regresó unos minutos después, no le permití abrir la puerta. Cada vez que giraba la llave dentro del ojo de la cerradura presionaba el botón de cierre. Aunque estaba aterrorizada porque mi madre era muy abusiva me sobrepuse a ese miedo porque sabía que ella no estaba haciendo nada bueno. No perdió la calma porque había otras personas alrededor y no quería mostrar que no era una buena madre.

Regresó a la clínica de abortos y volvió unos minutos después con otras dos mujeres que intentaban distraerme mientras mi madre intentaba abrir la puerta del auto. Las contuve todo el tiempo que pude, pero mi madre finalmente logró desbloquear y abrir la puerta del asiento del conductor.

Fui escoltada rápidamente a la clínica de abortos por un pasillo hacia una sala quirúrgica donde me entregaron una bata quirúrgica y me ordenaron que me desnudara. Mi madre se quedó conmigo en la habitación, supongo, para asegurarse de que no intentara escapar.

Después de ponerme la bata quirúrgica, me subí a la mesa para esperar al médico. Nunca nadie me mencionó las palabras aborto o embarazo y no tenía idea de qué me harían. Mientras estaba sentada allí, noté lo que parecía ser una gran caja cuadrada de vidrio o plástico sobre el mostrador del fregadero. Era completamente transparente, así que podía ver el interior y recuerdo preguntarme qué era.

Un hombre que llevaba una bata blanca de laboratorio entró en la habitación. Supuse que era médico. Me indicó que me acostara boca arriba con las piernas dobladas por las rodillas y los pies separados. El doctor insertó algo dentro de mí, y luego se encendió una máquina. Recuerdo que sonaba como una aspiradora. Sentí terror al ver mi sangre y tejido salpicar dentro de esa gran caja de vidrio o plástico.

En mi mente de 12 años, al ver que esto era sangre y tejido saliendo de mí, aterrorizada, pensé que me estaban chupando todos mis órganos internos y estaba convencida de que estaban tratando de matarme. Me desmayé. Cuando volví en sí, el procedimiento había terminado y mi madre estaba sujetando una compresa a mi ropa interior.

Terminé de vestirme y luego mi madre me llevó a casa.

No sé cómo supe esto, pero desde ese día en adelante tuve la intuición de que tenía un bebé en mi vientre y que me lo habían quitado. No conocía ni entendía la parte logística, pero sabía que alguien me había quitado a mi bebé. Tal vez el Espíritu Santo me lo había dicho, pero a partir de entonces me lamenté por la pérdida de mi bebé.

Durante los siguientes dos años después de mi aborto, sufrí una depresión profunda. Mis notas en la escuela bajaron. Mi maestra de sexto grado no podía entender por qué no podía resolver mis problemas de matemáticas.

La primera vez que escuché la palabra "aborto" fue un par de años después. Llegué a casa y le pregunté a mi madre qué era un aborto y ella me dijo que es cuando una mujer no quiere tener a su bebé, por lo que le quitan el contenido del útero. Me sorprendió cuando dijo eso, porque pensé: "¿Cómo puede ser que alguien no quiera tener un bebé?".

Todavía no me había dado cuenta en ese momento que me habían practicado un aborto. No fue hasta años después que mis recuerdos escondidos volvieron a raíz  de una conversación con mi pediatra y la  visita a esa clínica de abortos cerca de la casa de mi infancia en Williams Rd en San José, California. Entré en el edificio y pregunté: "¿Es esta una clínica de aborto?". Y confirmaron estos recuerdos de 18 años atrás. Soy una persona que ama la verdad, incluso si es difícil y fue la confirmación de lo que me hicieron.

Estos trabajadores de la clínica de abortos no tenían idea de cómo habían permitido mi abuso sexual. Estoy segura de que mi madre les mintió y dijo que tenía novio o algo así, pero como mi hijo fue abortado y la evidencia de la violación fue destruida, mi padre pudo seguir abusando sexualmente de nosotras hasta que cumplimos 19 años y nos emancipamos.

Desde la edad de tres años, recuerdo haber pensado que de alguna manera había muerto he ido al Infierno y esta vida que estaba viviendo era en realidad el Infierno bíblico y estaba siendo castigada por algo. Cuando lo piensas, mi vida realmente era el infierno en la tierra. Entonces, a la edad de 30 años, comencé a reconocer que había una voz muy amable y amorosa dentro de mi corazón que me había hablado durante toda mi vida y no tenía forma de saber que éste era nuestro Salvador. Había estado yendo y viniendo a la iglesia a lo largo de los años, pero sentía que no era capaz conocer a Dios. Pero una vez que mi curación comenzó a los 30 años, finalmente supe de quién era esa voz y que Dios nunca me había abandonado.

Creo que mi bebé abortado es una niña. Ella vive en el cielo y me perdona, entiende que no elegí abortarla y que me lo impusieron. Creo que ella sabe que, si me hubieran dado la opción, habría elegido su vida En 2016, le escribí una carta, diciéndole que la amo y que me alegro de que esté en un lugar donde no sufre. Incluso ahora, al hablar de esto, me pongo a llorar.

El aborto nunca es la respuesta. Es un asesinato. Cuando eres una futura madre y eliges el aborto o se te impone, nunca vuelves a ser la misma. Nadie que pasa por un aborto queda igual que antes. Si una mujer no se inmuta y no siente remordimiento, entonces su conciencia está muerta.

Puedo decir estas cosas con toda naturalidad porque tuve dos abortos más cuando era adulta: a los 19 años cuando estaba embarazada de mi prometido e insistió en que abortara, y luego a los 21 años cuando me diagnosticaron un embarazo ectópico. El doctor dijo que debía abortar o moriría. Ni siquiera sé qué creer sobre eso, pero sí sé que a mi generación se le vendieron un montón de mentiras. Para empezar, nunca me sentí bien, tenía mucha depresión y pensamientos suicidas después de cada aborto. El aborto no es un error que se puede remediar sino una pérdida permanente de vidas.

Si alguien me hubiera explicado a la edad de 12 años exactamente qué era el aborto, sé que hubiera elegido tener el bebé, a pesar de que venía de una violación / incesto. El aborto terminó agregando más trauma a la vida de una niña de 12 años. Mi bebé podría haber sido el comienzo de mi curación, pero en cambio, el aborto me envió a una depresión más profunda y oscura. No puedes olvidarlo. ¿Cómo puedes olvidar a tu bebé?



BIO: Frida Halliday es madre postaborto por violación incestuosa, madre de una hija de 35 años y abuela de un nieto de 2 años. Ella vive en el estado de Washington y ahora es bloguera de Salvar el 1.

Monday, November 11, 2019

Hacia la abolición de los derechos paternos de los violadores.


Por Rebecca Kiessling
Llevo tiempo trabajando con legisladores de todo los EE. UU. en aras a garantizar la terminación de los derechos parentales de los violadores sobre los bebés concebidos en una violación. Nos basamos en el estándar de evidencia clara y convincente, pero necesitamos más ayuda para obtener patrocinadores para los  proyectos de ley en el 50% de los estados que actualmente requieren una condena por violación y en todo el mundo.

Imaginen por un momento que una mujer o niña es violada y queda embarazada y decide tener al bebé. De repente, tras el nacimiento, el violador reclama la custodia compartida o derechos de visita...

Esto, que puede resultar insólito, ocurre en USA donde cada año quedan embarazadas más de 30.000 mujeres tras una violación. Y, en el supuesto de que la madre decida darlo en adopción, tal vez tenga que pedir el permiso a su violador pata hacerlo. El vacío legal es lo que hace posible estás situaciones.

El grupo Salvar el 1 (Save the1) del que soy presidenta y fundadora siempre se ha puesto del lado de la madre violada y de su bebé rechazando la posibilidad de unos derechos paternos para el agresor-violador. En esta línea, he litigado con éxito en varios casos bajo la "Ley Federal y ley Michigan de Custodia de Hijos de Sobrevivientes de Violación" en Michigan y he ayudado en otros casos asesorando en todo el país. Además, he declarado como testigo cualificado ante comités legislativos en todo Estados Unidos e incluso he introducido esta legislación internacionalmente en países como Malta y Brasil. Tenemos varias entradas publicadas en nuestros blogs en inglés y español con historias reales de mujeres y niños afectados.

Todavía queda mucho trabajo por hacer o, más bien, diría que el trabajo no ha hecho más que empezar. En el estado de Carolina del Norte, sin ir más lejos, la versión actual de su ley reguladora se debe enmendar en varias de sus secciones para garantizar que el violador no pueda reclamar el derecho de custodia de ese niño menor concebido por violencia y sin consentimiento.
Llevé un caso en el que el violador debería haber sido condenado por conducta sexual criminal de primer grado por violar a una niña menor de 12 años, con un encarcelamiento mínimo obligatorio de 25 años a cadena perpetua. En cambio, sólo fue arrestado y condenado por intento de conducta sexual criminal y cumplió 6 meses en la cárcel del condado. Después de una segunda condena con un acuerdo de mero contacto sexual con una menor de edad, pasó sólo cuatro años tras las rejas, y luego se le otorgó tiempo de crianza y custodia legal conjunta. La Ley de custodia de menores de sobrevivientes de violación de Michigan que acaba de aprobarse un año antes es lo que finalmente protegió a mi cliente y a su hijo y tuve el honor de representarla pro bono.

El estado de Minnesota es actualmente el único estado sin ninguna disposición, pero estamos trabajando en una legislación que, realmente, proteja a las madres y a sus hijos de los derechos paternos del violador en USA y en cualquier otro país del mundo en que los violadores tengan algún derecho sobre el bebé concebido en violación.

Y si alguna vez escucha a alguien sugerir que yo o algún miembro de Save The 1 promueve la violación, sepa que no están diciendo la verdad y cuéntenles nuestra lucha para proteger a las víctimas de violación y a sus hijos.


¡Comuníquese conmigo si está interesado en trabajar en esta legislación para proteger a las madres sobrevivientes de violación y sus hijos! www.rebeccakiessling.com

Saturday, November 9, 2019

Un Día Del Padre, Sin Padre



Por Nick D'Angelo

Para mí, y lamentablemente para un número cada vez mayor de personas, el Día del Padre es difícil de celebrar. Mi historia es bastante curiosa ya que fui concebido en una violación en una cita y mi madre biológica me crió con amor.

Nick y su madre

Mi padre biológico no sabe de mi existencia, pero sí sé que estaba casado en el momento de la violación. La rareza de no tener un padre se desvaneció cuando entré en la pubertad y entendí mi unidad familiar única. Sin embargo, no entendería exactamente cuán único era hasta los 18 años, cuando mi madre me contó la verdad sobre su abuso. A pesar de lo extraño, nunca me sentí abrumado por el dolor en el Día del Padre porque sabía que mi madre me amaba y Dios me veía como algo valioso.

Mi mamá hizo un trabajo increíble criándome. Desinteresadamente, realizó el trabajo de ambos padres lo mejor que pudo. Era protectora, limitaba la influencia negativa del entorno y me proporcionaba modelos masculinos positivos. Ella era desinteresada, orientando su vida a cuidarme mientras trabajaba a tiempo completo. Ella me cuidaba, me enseñó a tratar a las mujeres con respeto y a convertirse en alguien que pudiera amar bien a su cónyuge.

Aunque no puedo imaginar a Dios como un padre, espero con ansias el día en que llegue a ser uno de ellos. Es una tarea para la que me siento especialmente destinado. Además, no puedo creer que el propósito de mi vida sea lo suficientemente superficial como para incluir la suerte. Siento un yugo de responsabilidad por este gran regalo de vida que me han otorgado, un regalo que a millones de personas les han robado. Debo usar mi voz para promover la paz, la justicia, la comprensión y la fe.


Si pudiera decirle algo a mi padre sería: "Te perdono".   Aunque he escuchado a muchas personas decirme que "debo" odiarlo o incluso contarle a su familia su pasado y arruinar sus vidas, pero no lo haré. Mírelo de esa manera. Como provida sin excepciones, debo tratar a las personas concebidas en violación con el mismo respeto que a sus padres, que tienen el mismo valor inherente.

Hago una distinción exhaustiva entre encontrar tales acciones violentas totalmente aborrecibles y tomar la justicia por mis propias manos. No me corresponde a mí vengarme; ése es el trabajo del gobierno en la Tierra y el trabajo de Dios después de eso. Todo lo que puedo hacer es rezar por mi padre, buscando la bondad e influencia de Dios en su vida.



Como un ejemplo convincente de Jesús, mi madre me ha enseñado a experimentar y extender el perdón de Dios, no a sentir una ira amarga. El llamado de Dios a mi vida es demasiado valioso para perder el tiempo odiando a mi padre en el Día del Padre.

Me llamo Nicholas Charles D'Angelo  y mi madre eligió la vida para mí tras ser violada.

Friday, November 1, 2019

Consejos para políticos provida “sin excepciones” ¿Qué pasa en caso de violación?... Ellos preguntan y tú respondes.



Este post está dirigido a candidatos, políticos y cualquier otra persona a la que se le puedan hacer preguntas sobre su opinión sobre el aborto en casos de violación.   Estos consejos provienen directamente de aquellos que han estado en la tesitura de tener que responder a estas preguntas regularmente porque fueron concebidos en violación y comparten sus historias públicamente. Siempre debemos estar preparados para dar una respuesta. Si tiene más preguntas que no se abordaron, envíenos un correo electrónico y le responderemos.

Pregunta: "¿No es extremo?

Respuesta: "Creo que es extremo decirle a otro ser humano vivo que es 'basura', que no merecen vivir y que no es dignos de protección”.

O también:

“Desafío a mi oponente a mirar a alguien como _______ a los ojos y decirle que no debería haber estado protegido que, según sus estándares, debería estar muerta en este momento y todos verán quién es el verdadero extremista.   Hay personas reales que están siendo atacadas y devaluadas y tienen tanto valor como cualquier otra persona”.

Pam Stenzel, concebida en una violación

Pregunta: " . . . ¿El bebé del violador?"

Respuesta: “Ese niño no es 'el bebé del violador', sino el hijo de su madre.   La mayoría de los sobrevivientes de violación eligen criar a sus hijos que fueron concebidos en violación.   Después de todo lo que ha sufrido la víctima de violación, qué insulto para ella sugerir que de alguna manera la identidad principal de su hijo está definida como 'el bebé del violador' y qué estigma injusto atribuido a un niño inocente”.

O también:

“Estoy cansado de que estos niños sean demonizados así.   Las mujeres son capaces de dar un gran amor por sus hijos y se les debe dar más crédito por esto”.

Pregunta: "¿Sin excepciones?"

Respuesta: “No creo que sea correcto discriminar a un niño inocente.   Éste es un problema de derechos civiles, y estos niños son posiblemente algunos de los miembros más demonizados y marginados de nuestra sociedad, nacidos o no nacidos.   Nuestras palabras y nuestras posiciones expresarán valor en la vida de nuestros conciudadanos estadounidenses o servirán para devaluar aún más a estos niños sin culpa propia”.

Rebecca Kiessling, concebida en una violación

Pregunta: "¿Qué pasa en casos de violación?"

Respuesta: “Según la Corte Suprema de los Estados Unidos, los violadores no merecen la pena de muerte, ni siquiera los abusadores de menores porque es un castigo cruel e inusual condenarlos a muerte.   Ciertamente, no creo que una niña inocente merezca la pena de muerte por los crímenes de su padre.   Así como la pena de muerte no puede deshacer una violación, tampoco lo hará un aborto".

O también:

“La violación y el aborto están mal por la misma razón: ambos son actos violentos de agresión contra otra persona.  Me importan las víctimas de violación, así que quiero asegurarme de que estén protegidas del violador y no del bebé inocente.   Más violencia dentro de su cuerpo no es la respuesta".

“Las víctimas de violación necesitan ayuda real: para protegerse asegurando que el violador no tenga derechos parentales, para asegurarse de que la madre víctima de violación pueda recibir ayuda gubernamental, incluso si no puede nombrar a quién la violó.   Trágicamente, la retórica que rodea el aborto ha dejado a la mayoría de las madres víctimas de violación sin protección porque muchos parecen pensar que una víctima de violación real no podría querer a su hijo, cuando esto simplemente no es cierto.   Trabajaré para proteger a las víctimas de violación y sus hijos ".

Saturday, October 19, 2019

Mi hermana gemela y yo sufrimos abusos sexuales



Por Rebecca B.

En primer lugar, explicaré que mi testimonio ha tardado mucho en llegar. Han pasado años y Dios ha hecho grandes cosas en mi corazón y ha logrado mi curación. Uso mi nombre real, pero no el de todos los demás involucrados, por razones de privacidad. Me llamo Rebecca.


Tengo varios hermanos, pero nuestros padres se separaron cuando éramos niños pequeños y vivíamos con nuestra madre. Cuando mi hermana gemela y yo teníamos ocho años, nuestra madre fue diagnosticada de cáncer y murió a los dos años. Pero antes, conoció a un hombre en su iglesia y pensó que era una buena persona. No era así. Se casó con él y esta persona nos adoptó. Me disgusta pensar que tuve su apellido hasta los 24 años.

Los abusos sexuales comenzaron casi de inmediato. Recuerdo que me decía que debía disfrutar lo que me estaba haciendo. Al principio sólo me tocaba, luego fue mucho peor, aunque nunca hasta el punto de tener relaciones sexuales.

Finalmente, se lo dijimos a nuestra hermana mayor y ella fue a los líderes de la iglesia que lo trataron de manera rápida. Hasta el día de hoy, la mayoría de las personas de la iglesia no son conscientes de lo que nos hizo.

Entonces, nos pusieron bajo el amparo del pastor y su esposa. Nuestra madre estaba demasiado abrumada ante la posibilidad de morir de cáncer que no sabía qué hacer. Una vez que falleció, nuestra hermana mayor, 12 años mayor que nosotras, se convirtió en nuestra tutora legal y nos cuidó, pero su abuso físico y emocional hacia nosotras fue severo y duraría hasta los 28 años.

Nuestra hermana mayor conoció a un hombre que afirmaba ser un hombre cristiano. Este hombre era un delincuente convicto. Se casó con ella y cuando teníamos 13 años, tomó mi virginidad. Recuerdo haber dicho que no y llorar.

Su abuso sexual era un secreto, estaba aterrorizada, había jurado guardar silencio y estaba completamente aislada. No teníamos amigos y no se me permitía salir de casa. Tan sólo para comprar comida o ropa y poco más.

Cuando tenía 13 años, mi período se retrasó, así que tuve que hacerme una prueba de embarazo. Al final resultó que no estaba embarazada, pero una parte de mí deseaba que fuera así porque, entonces, descubrirían a mi abusador y me protegerían. Hasta el día de hoy, no ha pagado por sus crímenes.

Sin embargo, mi hermana gemela quedó embarazada de él a los 14 años. Recuerdo que me sorprendió, pero traté de pedir ayuda a los vecinos. Pero como nos educaron en el hogar hasta la escuela secundaria, estábamos muy, muy aisladas. Ella me contó cómo planeaba llevarla a abortar. Trató de huir, pero la pillaron.

La llevó a Planned Parenthood y mintió diciéndoles que tenía un novio que la había dejado embarazada. A nuestra hermana mayor nunca le contó el embarazo. Me sorprendió la facilidad con la que pudo salirse con la suya. Vivíamos en el estado de Washington, y él fue capaz de llevarla a abortar para destruir la evidencia, encubriendo su crimen. Y el abuso sexual de las dos continuó.

Me fui de esa casa cuando tenía 18 años, pero sufrí muchos años siendo una 'esclava sexual moderna'. Debido a que me habían quitado mi virginidad a una edad temprana, tenía sentimientos de inutilidad absoluta y muchos problemas al no poder tener relaciones normales. No tenía conocimiento de cómo debía comportarme o ser tratada. Los hombres con los que salí no eran buenos para mí y llevé relaciones nada buenas para mí.

Quiero aclarar que si no hubiera elegido perdonar a estos hombres, no habría sido posible ningún tipo de curación.

Aborté a los 23 años. Me presionaron para hacerlo. Te hacen creer que es simple, pero fue absolutamente horrible. Nunca he olvidado que la sangre salpicaba toda la sábana que tenían sobre mí, y sabía exactamente qué era eso. Sentí mucha tristeza, ¿qué acabo de hacer? Recuerdo haber llorado y no sentir alivio. En cambio, fue exactamente lo contrario.

Poco después de eso, quedé embarazada del mismo padre y tuve a mi hijo, pero pasé por una severa depresión posparto. Cuando mi hijo tenía un mes de edad, un pensamiento apareció en mi cabeza: “Si Jesús volviera hoy, ¿iría al cielo?" Y ese pensamiento llamó mi atención. Dediqué mi vida a Dios, me arrepentí de mis pecados y hui de ese entorno.

Ahora tengo dos hijos de 10 y 12 años, llevo casada 12 años y soy feliz. Mis dos hijos son provida, pero mi hija de 10 años ha sido muy activa. Conocen la historia de su hermano abortado. Mi hija se enojó conmigo y todavía está muy triste. Pero Dios está usando esto para bien y la motivó a ser apasionadamente provida.

He omitido muchos detalles gráficos, pero quería compartir mi historia con la esperanza de que otros vean que el aborto no es la solución para embarazos por violación o para cualquier otra situación. Quiero que otras mujeres sepan que, si has sido abusada o has sufrido un aborto, la curación es posible y que, con Dios, nada es imposible.

Rebecca

Nota: Rebecca está casada, es madre de 2 hijos, madre postaborto y bloguera provida para Save The 1 (Salvar El 1) .

Saturday, October 12, 2019

Una cirugía fetal experimental salvó la vida de mi hijo a las 19 semanas de gestación



Por Aleisha Christensen

En los últimos meses, mi corazón ha sufrido por los millones de bebés abortados cuyas vidas han sido robadas, por el intenso dolor que cada uno ha experimentado. Es por eso que siento que ahora debo hablar.


El aborto es un problema que me afecta personalmente. Hace más de cuatro años, tuve que decidir sobre el aborto debido a un diagnóstico prenatal. Estaba en una situación en la que los médicos me dijeron que probablemente daría a luz a un niño muerto, o que al menos le faltarían una o más extremidades debido a una afección poco conocida llamada Síndrome de la banda amniótica, una condición genética rara causada por hebras del saco amniótico que separan y enredan los dedos, las extremidades u otras partes del bebé. Esta constricción puede causar una variedad de problemas dependiendo de dónde se encuentren los hilos y de lo apretados que estén. Muy a menudo, los hilos pueden causar la amputación de las extremidades o la constricción del cordón umbilical. Como se puede imaginar, definitivamente fue un diagnóstico aterrador.

Estoy muy agradecida por el médico que tuve. Se aseguró de hablarme sobre otras opciones, pero entiendo que otras mujeres no han sido tan afortunadas. Aunque el aborto era una opción, no me presionó para que lo hiciera. Quería hacer todo lo posible para salvar la vida de mi bebé. ¡Qué bendición tuve de tener un médico así! El Dr. Ball incluso dijo que se comunicaría con un colega suyo que realiza cirugía fetal para ver si aceptaba reunirse conmigo para discutir un tratamiento experimental.

Mi esposo y yo salimos del hospital, caminamos hacia nuestro auto, y simplemente nos abrazamos y sollozamos. Ambos acordamos que no había duda de que no terminaríamos con la vida de nuestro hijo. Oramos juntos, luego ambos salimos para terminar nuestro día de trabajo. Sin embargo, el Dr. Ball llamó para decir que el cirujano había acordado reunirse con nosotros y que teníamos que tomar un avión a Texas esa misma noche.

A la mañana siguiente, el Dr. Belfort nos explicó que nunca nadie había realizado cirugía en un feto tan joven, pero ese mismo día, a las 19 semanas de gestación, tuvimos la bendición de pasar por esa cirugía fetal experimental que rompió récords y salvó la vida del niño.


¡Hoy, nuestro hijo Kai milagrosamente tiene todas sus extremidades! Solo perdió la parte superior de su dedo anular derecho. Creo que Dios permitió que eso sucediera porque así cada vez que miramos su "aleta de la suerte" recordamos lo que Dios hizo por nosotros ese día.

Quiero expresar mi más profundo agradecimiento a los cirujanos que hacen todo lo posible para salvar a esos bebés a quienes otros profesionales médicos etiquetarían como "incompatibles con la vida" y que no valen la pena. Desafortunadamente, muchos profesionales médicos se apresuran a proponer el aborto como la única opción de su paciente. Hasta que estás en el movimiento provida, no te das cuenta de la frecuencia con la que sucede.

Muchos partidarios del aborto nos aseguran que las mujeres sólo tienen abortos tardíos cuando su salud está en riesgo. Esa afirmación no es cierta, pero ¿qué significa eso exactamente? Según Doe vs Bolton, la salud de las mujeres incluye condiciones físicas, emocionales, psicológicas y familiares, así como la edad de la mujer. En otras palabras, el riesgo para la salud significa aborto tardío por cualquier motivo. Las nuevas leyes de aborto que se han implementado en Nueva York e Illinois, así como las leyes de aborto existentes en varios otros estados como Oregon, que también financia abortos con impuestos estatales, legalizaron específicamente la terminación de la vida de Kai en CUALQUIER punto de mi embarazo.

La mayor parte de mi embarazo me puso en riesgo física, emocional y mentalmente. Sin mencionar que era probable que Kai no fuera viable debido a la gran pérdida de líquido amniótico. Incluso después de la cirugía fetal, tuve una depresión y ansiedad terribles y debilitantes. Mi salud física, así como la salud de mi bebé, siempre estuvo en riesgo por el estrés mental. La ansiedad intensa por el bienestar de mi bebé me atormentaba. Cada día.

 De acuerdo con estas leyes bárbaras, podría haber dicho en cualquier momento: "Esto es demasiado estresante; Estoy en reposo en cama y me siento inútil; ¡Ya basta!”. Por horrible que parezca, podría haber permitido que los médicos lo mataran de todos modos, incluso después del arduo trabajo de muchos médicos por preservar su vida. Después de todo, mi bolsa amniótica se rompió durante la cirugía, por lo que contaba con muy poco líquido para desarrollar sus pulmones. Kai tuvo que luchar mucho para mantenerse con vida. Cada día que estaba vivo era realmente un milagro.

Es triste que muchas mujeres hayan estado en una situación similar a la mía y en lugar de que les explicasen todas las hechos y opciones, fueran presionadas a abortar porque su bebé podía tenet defectos de nacimiento, o posiblemente no ser lo que los doctores consideran "viable".

Por ejemplo, hay muchas madres que abortan a sus hijos porque descubren que su hijo tiene espina bífida, un defecto congénito de la columna vertebral en el que parte de la médula espinal y sus meninges están expuestas a través de una brecha en la columna vertebral, lo que a menudo causa parálisis de las extremidades inferiores y, a veces, discapacidades del desarrollo. Según Life News, el 64% de los hijos e hijas diagnosticados con espina bífida en el útero son abortados. LiveAction informa de que la cirugía fetal antes de las 26 semanas puede corregir un gran porcentaje del daño de la médula espinal, dando a estos bebés la oportunidad de caminar, con una probabilidad reducida de necesitar derivaciones para extraer líquido de su cerebro.

Las personas tienen miedo de un diagnóstico prenatal negativo o de tener un bebé que no es "perfecto" o que tiene anomalías, como los niños con Síndrome de Down. Sorprendentemente, dos tercios de todos los bebés diagnosticados con Síndrome de Down son abortados en los Estados Unidos. Si las personas no se abren a la posibilidad de tener un hijo con necesidades especiales, nunca sabrán la alegría y la profunda satisfacción que puede brindar el servicio a estas hermosas almas.


Nuestro hijo Kai ha venido con muchos desafíos. Nacido a las 34 semanas, tuvo que llevar un yeso completo en las piernas durante los primeros tres meses después de su nacimiento, necesitó cirugía en el tobillo para romper el tejido cicatricial a los cuatro meses, y requirió calzado especial para corregir sus pies aporreados durante varios años. Han sido 4 años duros pero esas pruebas nos han acercado tanto a él como a los demás. ¡Ha traído más bendiciones que cualquier otra cosa! Hemos aprendido mucho sobre el sacrificio.

Al ayudarle a superar sus desafíos, he visto un crecimiento en él que superó mis expectativas. Kai luchó tan duro por su vida en el útero que se nota que tiene una fuerte voluntad de vivir. Elegí respetar eso y luchar ferozmente junto a él. Si hubiera elegido matar a mi bebé, lo habría lamentado todos los días de mi vida, al igual que les pasa a cientos de mujeres.

¿Las madres que "eligen" abortar saben que tienen otras opciones? ¿Saben que hay ángeles en la tierra que pueden realizar una cirugía a su dulce bebé mientras están en el útero y corregir gran parte del "daño"? 

La mayoría de las madres no saben que la cirugía fetal es una opción. La mayoría no sabe que puede solicitar subvenciones que cubren la mayoría o la totalidad de los costes médicos. No se dan cuenta de que ahora no hay razón para abortar a otro ser humano con los grandes avances científicos en medicina. Confían en sus médicos, que insisten en la interrupción del embarazo, la llamada "salida fácil". ¿Cómo se puede decir que elijan cuando ni siquiera tienen un consentimiento plenamente informado?

Como madre, hice todo lo posible para proteger la vida de Kai. Espero que quienes lean la historia de Kai vean la verdad y protejan la vida de sus bebés en todo lo que puedan.



BIO: Aleisha Christensen está casada, es madre de dos hijos, gerente de redes sociales de Abortion-Free Utah, y fundadora de una comunidad local de mujeres donde aprenden nuevas habilidades y se apoyan mutuamente en tiempos difíciles. Ella ha estado hablando durante muchos años sobre temas de educación familiar como el matrimonio y la crianza de los hijos. Aleisha es bloggera y oradora pro-vida para Save The 1 (Salvar El 1). Siga a Aleisha en su página de Facebook que ofrece educación y apoyo para otras personas con diagnósticos similares: Nuestro niño irrompible. y en su página de Facebook: Aleisha Christensen: oradora pro-vida.

Saturday, October 5, 2019

Mi madre era una prostituta De 17 Años que me intentó abortar varias veces, pero me niego a verme como una víctima de las circunstancias.



Por Ron Archer

Ojalá todos los afroamericanos tuvieran la oportunidad de vivir en el extranjero.


He vivido en África, Alemania, Dubai y en muchos países del Caribe. Estados Unidos, con todos sus defectos, es el país más grande de la Tierra, porque en los Estados Unidos puedes lograr cualquier cosa si estás dispuesto a educarte, trabajar duro y tener una actitud positiva y una disposición amorosa.

Nosotros, como negros estadounidenses, debemos dejar de culpar a los demás por nuestros desafíos como pueblo. Aquí están los hechos:

El 72% de los niños negros nacen fuera del matrimonio y son criados en hogares monoparentales. Este porcentaje era del 22% en 1960.

Las mujeres negras representan el 7% de la población de los Estados Unidos y, sin embargo, ellas registran el 40% de los abortos del país.

Nací de una prostituta de 17 años. Intentaron abortarme varias veces. No conocí a mi padre. Asistí a escuelas públicas de muy bajo nivel. Dos de mis tres tíos, mis modelos a seguir, eran adictos a la heroína y uno fue a la cárcel. Crecí viviendo la violencia armada y la actividad vandálica de las pandillas de jóvenes. Crecí en un hogar sin fe.

Esto es lo que me permitió no convertirme en un número en una estadística de la ciudad:

1. Me enseñaron el Evangelio de Jesucristo y aprendí que puedo hacer todas las cosas por medio de Cristo que me fortalece.

2. Si Dios está conmigo, ¿quién puede estar en mi contra?

3. Me negué a verme como una víctima de mis circunstancias.

4. Me negué a verme a mí mismo como una minoría.

5. Entendí que la educación era la clave para la emancipación económica y que no había cadenas ni alambradas en las bibliotecas. Leí un libro a la semana sobre grandes líderes mundiales y sobre Ciencia.

5. Vi que, en Estados Unidos, si realmente quieres progresar, personas de todas las razas y colores tratan de ayudarte.

6. Gané mi primer millón de dólares como joven empresario a los 28 años. Lo primero que hice fue llevar a mi hermana y otros parientes a la Universidad.


Debemos dejar de mirarnos a nosotros mismos como víctimas perpetuas indefensas.

Un hombre es lo que piensa y siente dentro de su corazón. Lo primero que les enseñé a mis hijos es que pueden convertirse en todo lo que sueñan que pueden ser, que tienen la capacidad a través de Dios de cambiar esas cosas que no son como querrían. Prefiero encender una vela que sentarme y maldecir la oscuridad.

Los judíos son el 1% de la población de los Estados Unidos y nunca los escucho llamarse 'minoría'.

La vida no es justa. No es justo que las aves se coman el gusano. O si no, pregúntale al gusano.

Sí, hay desigualdades, racismo y problemas, pero yo tengo la opción de ser el educador de mis hijos y un padre de familia; un ganador o un quejica. Verme como un vencedor o una víctima.

Hoy, gracias a Dios, todos en mi familia han recibido educación. Todos tienen su propia casa, al menos un título de maestría y están involucrados en la vida de la ciudad ayudando a cambiar el modo de pensar de la gente, los corazones, las manos y los hábitos de nuestras comunidades negras.

Cambiemos nuestras comunidades llenas de pandillas y la falta de participación de los padres en las escuelas públicas. Dejemos de culpar a otros por cosas de las que debemos responsabilizarnos como personas.

Con Dios todo es posible.




Nota: El Dr. Ron Archer es un ministro ordenado, orador motivacional internacional y orador y bloguero pro-vida de Salvar El 1 - Save The 1. Comparte su testimonio de haber sido concebido por una niña de 17 años a raíz del tráfico sexual y haber sobrevivido a varios intentos de aborto.

Tuesday, September 24, 2019

Violada y embarazada a Los 13 años, la llevaron a la consulta del Dr. Klopfer para abortar a su bebé


¿Ulrich George Klopfer mantuvo los restos de mi hijo como su trofeo?
Por Serena Dyksen


Cuando tenía diez años, el esposo de mi tía empezó a molestarme mientras cuidaba a sus hijos. Finalmente me violó a la edad de 13 años. Tuve el coraje de contarle a un compañero de clase lo que me habían hecho, se informó al consejero escolar y se notificó a mis padres. Me llevaron inmediatamente al consultorio de mi médico para que me examinaran y me dijeron que estaba embarazada de la violación. Ese día sería la primera vez que escuché la palabra aborto. Mi médico de familia sugirió el aborto a mis padres como una solución para arreglar el problema, y nos remitió al Women's Pavilion Center en South Bend, Indiana, una de las tres clínicas de aborto donde estaba el infame Dr. Ulrich "George" Klopfer.


El día de mi cita en la clínica, me llevaron sola a una habitación donde un consejero me habló de un grupo de células. No tenía ni idea de qué estaba hablando, pero cuando me preguntó si estaba lista para el aborto, asentí con la cabeza por inocencia y confiando en que los adultos buscaban lo mejor para mí Me llevaron a una habitación, me dieron una bata y me dijeron que me acostara en una mesa. Esta fue la primera vez que vi a George Klopfer, hombre de mediana edad como mi violador. Entró en la habitación sonriendo y dijo que no llevaría mucho tiempo. Ese fue el alcance de nuestra relación médico-paciente. No hubo consulta, no se me proporcionó otra información.

Estaba absolutamente aterrorizada. Me quedé allí con nada más que una bata, mis piernas abiertas con los pies en los estribos y este extraño hombre estaba a punto de hacerme algo. Estaba avergonzada, inquieta, insegura. 

Mientras estaba acostada en la mesa, de repente escuché un fuerte sonido de aspiración, el ruido de succión inolvidable fue mucho más fuerte que nuestra aspiradora de casa, y luego experimenté el dolor más insoportable que jamás había sentido. Comencé a gritar de agonía sólo para que el Dr. Klopfer me gritara que dejara de hacer ruido. Recuerdo que me sorprendió que este médico me gritara. ¿Cómo podría no importarle mi sufrimiento?

Muchos años después, descubrí un diario de mi madre con una entrada sobre ese día: ella escribió que desde la sala de espera podía oírme gritar, pero no le permitían que fuera conmigo. Fue desgarrador.

Una vez que terminó el procedimiento, me llevaron a una sala de recuperación con otras mujeres. Todas nos sentamos allí, sin tener ningún contacto visual. Estaba completamente insensible y desconectada. Cuando me dijeron que era hora de que me fuera, me puse de pie con una gran hemorragia, derramando sangre sobre el suelo. Nadie trajo al médico, simplemente me sacaron de la clínica a toda prisa mientras sufría una hemorragia. Estaba débil y apenas podía soportar estar en pie así que mi papá tuvo que llevarme al coche. Nunca hubo una visita de seguimiento en la clínica y nunca se volvió a hablar sobre el aborto con mi familia.


Aunque tenía 13 años y no tenía idea de la maternidad, sufrí horriblemente mi aborto. Luchaba cada día y no entendía el motivo. Luché contra la depresión, tuve un aborto espontáneo, uno de mis ovarios se rompió, casi perdí la vida, y tuve una histerectomía completa antes de los 29 años. Todos mis problemas reproductivos no tenían sentido, pero ningún médico me preguntó si había abortado previamente.

Usé drogas y alcohol para adormecer mi dolor, tuve problemas matrimoniales que casi terminarían con mi matrimonio, y luché por ser una buena madre de mis otros hijos. Una noche, después de beber mucho para enmascarar mi dolor, tuve un encuentro que cambiaría mi vida y comenzaría mi proceso de curación.

Incluso después de mucho tiempo de curación y asistir a un retiro postaborto, escuchar la noticia del hallazgo de los restos de más de 2200 bebés en la propiedad de George Klopfer despertó en mí muchas emociones. Siento que me han violado de nuevo, ahora por tercera vez. El viernes por la noche, cuando oí la historia, mi cuerpo se entumeció por el shock ya que pensé que mi bebé podía estar en su propiedad. Me pregunté por qué había guardado sus restos y me di cuenta de que, probablemente, eran trofeos para él. El cadáver de mi hijo era su trofeo. El dolor fue abrumador.

Luego, mis lágrimas se convirtieron en ira porque la clínica de South Bend, donde había operado antes de perder su licencia, fue absorbida por Whole Women's Health, que actualmente aborta a niños sin licencia. Si las atrocidades que rodearon a Klopfer ocurrieron en una clínica autorizada, ¡ni siquiera quiero pensar en lo que está sucediendo en esta clínica sin licencia! Pero la conclusión es que estas clínicas no deberían existir.

En los últimos días, he recibido muchos mensajes de otras mujeres que también abortaron y que han sentido las mismas emociones que yo, especialmente tras participar en una conferencia de prensa el lunes. Uno de los encuentros más impresionantes ha sido con otra mujer que estaba tan traumatizada por la noticia que, cuando vio que se excavaba, comenzó a llorar y a decir: "Sé que hay enterrados bebés aquí". Era como hablar con alguien que acababa de regresar de la guerra. Otra mujer dijo: "Me siento violada". Me ha llevado tiempo sanar y ahora la herida se vuelve a abrir.

Como mujer que ha abortado, solicito que se realice una investigación completa que incluya pruebas de ADN para unir a estos hijos e hijas con sus madres que  quieren hacerles  un funeral y entierro adecuados. Quiero saber si mi hija es una de ellas y quiero enterrarla y tener un lugar para honrarla. Tal vez ella sabrá que su madre la quiere y la ama. Y aquéllos cuyas madres no se presenten para reclamarlos, merecen la misma dignidad porque multitudes lloran la pérdida de sus vidas. Si Klopfer puede mantener a estos bebés de manera inexplicable durante años, deberíamos poder proporcionarles un lugar permanente para ser recordados de manera digna.

También apelo a la jueza Sara Evans para que escuche mi historia y cierre la clínica de abortos Whole Women's Health para proteger a los bebés y las mujeres de nuestra área. ¡Defienda las leyes que se aprobaron!

Por último, quiero alentar a las mujeres que abortaron a que no se aferren a ese sufrimiento más tiempo. Por favor, busque ayuda y curación. Hay muchas personas que desean ayudarla en su proceso de curación. Estamos aquí para ti. El hecho de que haya elegido, o como en mi caso, la elección fue hecha por usted, no significa que merezca vivir con dolor y sufrimiento. ¡Hay perdón, esperanza y sanación para ti!


BIO: Serena Dyksen está casada, es madre y abortó un hijo concebido en una violación. Es bloggera y portavoz de Save The 1. Puede contactar con ella a través de Facebook.