Sunday, August 27, 2017

FUE UN ATARDECER TRAUMÁTICO...


In memoriam...

(A mi madre, que partió hace 3 años a los 56 años de edad y cuya historia de amor ha hecho posible este testimonio).


Una tarde, mi madre salió de casa, en una hacienda de Perú, rumbo a la ciudad. Tenía una urgencia. De pronto, en la carretera, se encontró con un hombre, un camionero. Fue un momento trágico porque desconocía sus intenciones.  Sería el destino y no hay calificativo para describirlo pero abusó de ella. En ese momento, quería morirse… Fue un atardecer muy traumático. Se encontraba sola.  


Pasaron las horas, días, meses hasta que su barriguita empezó a hacerse visible de tanto como estaba creciendo.  Entonces, en su  casa se dieron cuenta de que algo le había pasado, porque llevaba meses  retraída, lloraba, no entendía  por qué tenía que estar embarazada  de un desconocido y por la fuerza, por un acto de violencia.  Pero desde el principio empezó a amarlo… Sentía su ternura, eso le hacía sonreir, alegraba su corazón.


Nunca se sometió a ningún examen, evitó  todo eso; tampoco  quiso que la gente se enterara porque, muchas veces, no ayuda y,  más bien, agudiza o profundiza lo que uno ha sufrido.  Es como algo que te golpeara profundamente, hiriéndote y es más difícil de sanar. 


Pasaron los últimos meses de embarazo y nació  una linda niña. Con su nacimiento, mi madre se fue olvidando de sus traumas, prácticamente era como el pase a otra etapa de su vida… Allí empezó a sonreír, después de tanto dolor empezó  a sentir tanta alegría que ya no le importo de qué forma concibiera a mi hermana.  Lo único que importaba era que ella estaba allí siendo parte de la familia…


Lo más grande y hermoso es que es tan diferente a todas las hermanas... Todo el mundo la define como la más bonita, la más hermosa y tierna.  No hacemos diferencia con ella,  a todos nos hace gracia. Ella es la que siempre está pendiente de cada uno de nosotros y es así, también, con todo el mundo.


Muchas veces estas vivencias te hacen  meditar y te hace apreciar la vida de una manera más profunda.Te convierten en una persona más compasiva. Mi madre siempre decía que sus hijas eran todas maravillosas pero que mi hermana era todo amor y mucho más delicada que ninguna. Todo el mundo la ama.


Mi hermana no conoce a su padre ni sabe  quien la engendró. Pero cada vez que se acordaba de él, le preguntaba a mi mamá con una sonoriza... le decía cómo era él y ella le respondía tan natural que se parecía  a él. Mi mamá no lo hacia trágico porque, simplemente,  había perdonado al hombre que la violó y creía entender su condición.  Le vio una sola vez en su vida y me imagino que él no sabrá de la existencia de mi linda hermanita.


Pienso que si mi madre hubiera tomado la mala decisión de abortar le hubiera arrebatado a mi hermana  esa alegría de disfrutar la vida y nos hubiéramos perdido todos los que la rodeamos  su amor, su cariño y su bondad. No sólo eso, sino que hubiera seguido con sus traumas, sin poder superarlos y ¡quien sabe más!….


Pero mi madre era una persona de una gran fe, amaba a Dios de todo corazón y sabía que, a pesar de la violación sufrida, la vida es el don más hermoso que Dios nos concede.



Luciana Koen escribió este testimonio de su madre para Salvar El 1. Quiere que su historia pueda ayudar a muchas mujeres que puedan encontrarse en una situación parecida. (Las fotos son referenciales).


Friday, August 18, 2017

Mi hijo me salvó la vida


Hola, soy Viviana Victoria, de Argentina y quiero compartir con ustedes mi testimonio de vida.

 A los 12 años empecé a sufrir abusos sexuales por parte de un amigo de la familia que vivía en nuestra casa y que era 11 años mayor que yo.


 Soporté esta situación nada menos que 2 años. Con el paso del tiempo y a medida que me hacía mayor, cada abuso suponía una  gran confusión dentro de mí. Quería escapar pero tenía miedo. Consideraba que ya había perdido mi niñez. Que ésta ya era algo  del pasado. Y ansiaba encontrar algún día  mi primer  novio. Pero eso pasó al olvido. Sentía asco hacia él  pero a la vez apego. Ya no resistía las últimas veces que me violaba. 

Hasta que,  a los 14 años, quedé embarazada y el hijo que di a luz vino a quitarme esos deseos de suicidarme que tenía y toda mi infelicidad. Me salvó la vida y me dio esperanza a pesar de la manera en la que llegó a este mundo.

 Cuando mi madre se enteró se llenó la boca culpándome. Me obligó a casarme con el padre de mi hijo  y a callar todo lo que había estado ocurriendo mientras me decía: "Si tu padre se entera, lo mata y pasa el resto de sus días en la cárcel. ¿Eso quieres tú?".

Me casé y tuve un segundo hijo con él. Él me hizo conocer todas sus fantasías... Pero nunca logró conmigo los famosos tríos y demás que sí consiguió con otras chicas del barrio.

Estos dos hijos míos fueron y son muy amados. Uno tiene 29 años  y el otro 27 años. Los amo. Fueron criados por mis papás más que por mí y con mucho amor.

 Me fui de casa cuando me separé porque mi mamá no dejaba de presionarme para que volviera con él y me junté rápidamente con el primero que me pasó por delante  y me quitaron a mis nenes porque yo aún  era menor de edad  y el hombre con el que me junté no era el padre. Todo gracias a la persecución de mi mamá. Aún  con todo, yo nunca la odié y es y será un amor en mi vida. Yo siempre la obedecí. Soy hija  adoptada y de bebé nunca fui aceptada por mi mamá que ya tenía una hija con mi papá.

En mi vida he tenido 7 hijos más, un total de 9 y amo a todos por igual, me dan los mismos quebraderos de cabeza sin afectarme la manera en que los concebí.

Yo creo que traer hijos al mundo debe ser consecuencia del amor pero, cuando no es así, el vínculo con tus hijos es el mismo. Yo nunca tuve un hijo fruto de un hombre amado. Así que los amo más que  sus padres. Porque ellos fueron abandonados por los dos hombres. Mis hijos son iguales todos para mí .

Me costó amar a un hombre y cuando lo hice...él no me correspondió ... Pero el amor a mis hijos está allí  y más ahora que ya soy abuela  porque mi hija de 23 años ya me ha dado una nietita.


 Acabaré contando que no todo es color de rosa. A mí hijo mayor, el que fue fruto de la violación de su padre, le costó mucho asimilar la verdad sobre su concepción. Él no es capaz de entender por mucho que se lo repita que él me salvó la vida a mí.  No entiende que fuera dadora de vida sin existir amor...



Yo soy Cristiana Evangélica y oro mucho por mis hijos. Les pido a ustedes que hagan lo mismo por ellos".

BIO: Viviana Victoria, madre argentina. Escribió este breve testimonio de vida para Salvar El 1 y poder así ayudar a muchas mujeres que pasen por una situación parecida.

Tuesday, August 1, 2017

Para mí fue más duro lidiar con el aborto que con la violación


Un oscuro día de diciembre de 1997, Mary (no es su verdadero nombre) voló a Inglaterra con una trabajadora social y su madre adoptiva.

Mary (nombre ficticio) y la periodista que la entrevistó

A sus 13 años, sentía náuseas cuando encendió su reproductor de CD y trató de dormir. Y empezó a sonar una canción que se quedó grabada en sus tímpanos y que la recordaría el resto de su vida.

Casi 16 años más tarde, Mary recordó el momento vivamente en su estancia en un hotel de Dublín tarareando las palabras de la canción en un susurro conmovedor.
-’Yo me voy en un avión a reacción..., no sé cuándo regresaré’. Nunca olvidará esas líneas, pero una parte de ella nunca volvió después de eso. No sabía que al día siguiente su vida iba a cambiar para siempre.

Hoy, Mary es madre de dos hijos y tiene 29 años, pero hace 16 años fue la viajera adolescente de la controvertida ‘C Case’, que fue llevada por la Junta de Salud al Reino Unido para abortar después de ser brutalmente violada.
Fue autorizado por el Tribunal Superior en virtud de la sentencia anterior del caso ‘X-Case’ ya que el tribunal dictaminó que era posible que Mary se suicidara.

El aborto provocó una espiral de depresión y caos en su vida.


Pero hoy ha cambiado su vida y ella es una mujer joven, brillante y hermosa de pelo negro reluciente y muy elegante que vive en con su novio y sus dos hijos.

Mientras toma un cappuccino y cuenta lo feliz que es ahora en su vida, visualiza en su móvil   las fotos de su niño y niña y su rostro se ilumina. Navidad, cumpleaños, reuniones familiares... Pero siempre en el fondo de su mente echa de menos a  alguien.

Ahora Mary está esperando respuestas del Estado. Ella ha contratado un equipo legal y  espera acceder a sus expedientes médicos.

En los días posteriores a la violación, unos trabajadores sociales fueron a la casa de Mary en el norte de Dublín y se la llevaron. Creía que volvería a estar en casa en 24 horas pero fue llevada a Mullingar y la dejaron al cuidado de una familia de acogida. Lentamente, los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses. En poco tiempo, se dio cuenta de que nadie volvía  a llevarla a casa.

Por aquel entonces, ella empezó a padecer  fuertes dolores y vómitos frecuentes. No tenía ni idea de lo que le pasaba hasta que un día su madre adoptiva la llevó al médico de cabecera local donde se hicieron una prueba de embarazo.

A la mañana siguiente, le dijeron que estaba embarazada. “Estaba desconcertada. Le dije: '¿Qué es estar embarazada?'", Recuerda. "Ellos dijeron: “Tendrás un bebé”. "No entendí cómo podría ser. Unas semanas más tarde, vinieron y me llevaron en un avión a Londres.

"Al día siguiente, me llevaron a un gran  edificio. Todo lo que recuerdo es que yacía en una camilla gritando  de dolor”.

"Ellos me dieron una inyección, y cuando desperté, el dolor había desaparecido y finalmente me dijeron que el bebé estaba muerto".

En los días previos al aborto, sus padres habían emprendido una acción legal contra el Estado en un intento por evitar que se llevaran a su hija a Inglaterra. Un psiquiatra de la Eastern Health Board insistió en que Mary se suicidaría si no abortaba. La pareja, sin embargo, fracasó en su acción y el aborto se realizó.

Hoy, Mary ha empezado sus propias investigaciones legales para averiguar por qué el aborto la dejó tan dañada.

"Yo no había recibido instrucción  sobre  estas cosas. Tenía 13 años y era la mayor de 12 hermanos. Apenas iba a la escuela porque tenía que estar en casa para cuidar a los niños, cocinar y limpiar.

"En la cultura actual, el suicidio y el aborto están completamente asumidos pero en aquel momento ni siquiera se hablaba de ellos”.

"Cuando me llevaron yo era una persona muy tímida. La mayor parte del tiempo, estaba totalmente drogada en una habitación
 .
"Recuerdo que venían con una bandeja de plata y una jeringa y me inyectaban Largactil. También me la ofrecían en un líquido pegajoso color marrón o en forma de tableta. Yo decía que no a ambos.

"Entonces cuatro o cinco empleados entraron, me sostuvieron y me pusieron una inyección en la nalga. Eso fue horrible porque me trajo recuerdos de la violación. Al final,  terminé tomando las tabletas porque no quería que nadie más me sujetara así”.

“Aún sueño con la pequeña niña con cabello rubio corriendo alrededor del campo y pidiéndome que juegue con ella. Ella es mi hija abortada. La llamé Shannon y conseguí su certificado de muerte. Fue mi manera de demostrar que existió”.


Al cumplir 18 años, en 2002, Mary empaquetó sus cosas en su hogar de acogida temporal y lo abandonó para ser libre. Llamó a un taxi y ese fue el inicio de su largo camino  de sanación.

“Mi historia, ‘La chica del Caso-C’, es mencionada una y otra vez en la radio y la TV todo el tiempo como si yo fuera un reclamo para el aborto. La niña del anterior ‘Caso-X’ nunca  llegó a abortar así que, al final, no sabemos cómo éste le hubiese afectado, pero para mí, fue mucho más duro lidiar con el aborto que con la violación”.

“En realidad te golpea verdaderamente una vez que eres madre. Nunca olvidas a tu bebé perdido y se encuentra en tu mente cada día. Cualquier mujer que haya tenido un aborto y luego sea madre lo entenderá.

“No deseaba convertirme en madre a los 13 años pero me doy cuenta ahora de que el bebé no merecía morir. Me hubiera encantado darla en adopción a alguien que verdaderamente deseara tener hijos y pudiera criarla. Ella sería una adolescente ahora y tendría amigos. Incluso aunque no fuera a mí a quien llamara ‘mami’”.