Sunday, September 30, 2018

Quedé embarazada tras una violación y rechacé el aborto porque sabía que Dios tenía un plan para mi bebé.



 Por Pat

Corría el verano de 1957. Tenía 17 años y cursaba  mi último año de estudios. Estaba en un salón de baile con un grupo de amigos. Mis padres me habían puesto hora para volver, así que necesitaba llegar a casa, pero mis amigos que  tenían coche querían quedarse. Un joven que era unos años mayor que yo y cuyo hermano vivía al otro lado de la calle se ofreció  a llevarme a casa. Realmente, no lo conocía, pero su familia era muy amable y parecía una oferta amable.


Pasó por delante de la casa en la que yo vivía y se lo dije de inmediato, pero él insistió en que tenía otra manera de llegar allí. Fue a una calle trasera donde no había nadie, ni casas ni nada. Sabía que algo andaba mal, aunque él dijo que sólo quería hablar conmigo. Le supliqué que me llevara a casa, pero él me violentó. Luché contra él pero me violó.


Regresé a casa, me lavé, pero no le conté a nadie lo que había sucedido. Nunca antes había experimentado algo así. Estaba asustada y no podía entender por qué alguien querría lastimarme así. Tenía un hermano mayor, siempre me había sentida protegida. Como su hermano vivía al otro lado de la calle, frecuentaba la zona e intentó venir a mi casa para disculparse, pero le cerré la puerta. Afortunadamente, nos estábamos mudando y no tendría que verlo mucho tiempo más.

Al final del verano, tuve un accidente automovilístico. Terminé en el consultorio de un médico quejándome de que me dolía el estómago. Me  examinaron y me preguntaron si había alguna posibilidad de que estuviera embarazada y sólo dije que no lo sabía porque no tenía idea de estas cosas. Cuando me dieron  los resultados de que estaba embarazada, quedé en estado de shock.

En este punto, le conté a mi madre la violación. Mi madre se ofreció a criar al bebé, pero yo dije: "No, éste es mi hijo". El médico me preguntó si quería un aborto y le dije: "¡Absolutamente no! El bebé está en mi útero, Dios tiene una razón y es mi bebé también". Sabía  qué era el aborto, y sabía que el aborto mata a un bebé. Estoy agradecida por la educación católica que me enseñó  el valor de la vida.

La escuela estaba comenzando, pero no pude asistir a mi último año porque estaba embarazada y eso no estaba permitido. Después de tener a mi bebé, las reglas cambiaron. Aún así, el aborto nunca habría sido una opción.

Durante mi embarazo, conocí a mi futuro esposo y le dije que esperaba un hijo concebido en una violación. Fue muy amable, gentil y compasivo. Niel me dijo que quería salir conmigo. Antes de que mi bebé naciera, él me propuso matrimonio. Se lo dije a mi madre, pero me aconsejó que esperara hasta después de que naciera el bebé para asegurarse de que Niel realmente quería al bebé. Niel le dio a mi hijo su nombre, Peter, y me casé con él después de que nació Peter y él lo crió como a su propio hijo. Cuando nació mi hijo, pesaba 8 lbs, 7 onzas, un bebé grande. Desde el primer momento en que vi a Peter, lo amé. Él era hermoso. Nunca vi al violador en él. Él era mi bebé.


Creo que Dios trajo a mi esposo a mi vida cuando necesitaba un padre para mi bebé. Yo había orado y le pedí a Dios que trajera uno, y él lo hizo. Tuvimos seis hijos más, pero dos murieron durante el embarazo. Sé lo que es estar tumbada en una camilla en un hospital perdiendo un bebé.

No fue sino hasta que mi hijo tenía 40 años cuando le conté la difícil historia de su concepción. Había un miembro de la familia que había insinuado que se lo iban a contar, así que me aseguré de que lo supiera por mí. Le dije: "Te amo con todo mi corazón y toda mi alma, pero te he ocultado algo y tengo que decírtelo". Después de contarle la historia, me dijo: "Me amabas tanto que no me hubieras podido abortar", y luego me abrazó.
Hoy tengo una agencia cristiana desde hace 12 años llamada a Helping Hands Caring Heart. La monté para  ayudar a mujeres que están teniendo hijos en soledad o situaciones difíciles. Muchas de ellas han sido violadas. Las ayudo para que no estén sin hogar y no aborten a sus bebés. Les doy ropa y pañales y les consigo trabajos. Las ayudo a encontrar apartamentos. Es una organización sin fines de lucro y está ubicada en Nueva York.

Utilizo mi testimonio para ayudar a otros a darse cuenta de que no están solos y para que sepan agradecerle a Dios que tiene un plan para ellas y sus hijos.

BIO: El esposo de Pat murió cuando lo atropelló un camión mientras iba por la calle hace unos años y Pat es viuda desde entonces. Pat es madre de 5 hijos, abuela y madre adoptiva, además de directora de Helping Hands Caring Heart y, ahora, bloguera de Salvar El 1.

Saturday, September 22, 2018

Ella es la luz brillante que se encendió en la situación más horrible



Por Malia

Fue en el comienzo de mi penúltimo año de estudios. Yo era una adolescente normal de 16 años. Durante el verano, mis padres renovaron sus votos matrimoniales, lo que fue como una segunda boda para ellos. Disfruté yendo al lago donde vivía mi tío. Salí con mis amigos, disfruté de mi familia unida y estaba deseando comenzar otro año escolar. Las citas no me interesaban porque estaba muy concentrada en mis amigos, familia y estudios. Todo eso cambió cuando fui atacada y violada por un delincuente sexual convicto.


En octubre de 2016, estaba pasando la noche en una casa que estaba  detrás de la mía. Conocíamos a esta familia desde hacía 8 años. Mi amigo era un año mayor que yo. Su hermana mayor, Paige, de 25 años, se ofreció a llevarnos a dar un paseo y a reunirnos con  unos familiares. Tan pronto como llegamos a la casa de su familia, había un par de hombres mayores allí, y yo estaba muy incómoda, rogándole tres veces que nos llevara a casa.

Prefiero no entrar en detalles de esa noche horrible, pero resultó que uno de estos hombres de 32 años, Shane R. Rodgers, me violó. Después de eso, nunca fui la misma. Mis padres sabían que algo iba mal. No quería ir a la escuela. No quería salir de la cama ni ir a ningún lado. No podía dormir sin mi luz encendida y nunca quise estar sola. Sufrí miedo y vergüenza, pero no conté nada.

Sabía que el embarazo era una posibilidad, pero me sentí aliviada cuando seguí teniendo mi ciclo regular. Sin embargo, unos seis meses después de la violación, comencé a sentir un movimiento distinto en mi abdomen. Entonces, un amigo y yo fuimos a la tienda y compramos una prueba de embarazo que resultó positiva. Yo era virgen cuando fui violada y nunca tuve relaciones desde entonces, pero supe de inmediato lo que esto significaba. Fui a visitar a  la vecina de 25 años que me había llevado a la casa esa noche y le dije que estaba embarazada. Paige me llevó a una clínica que confirmó mi embarazo.

Esa noche, se lo dije a mi mamá, pero Paige me había convencido de que contara que me había violado un extraño, porque ella también tenía miedo de meterse en problemas. Yo era ingenua y no sabía que ella me había preparado la encerrona todo el tiempo para entregarme a su primo (con quien estaba teniendo relaciones sexuales) que era un abusador de menores condenado que ya había ido a la prisión por intentar violar a una niña de 11 años. Pensé que estaba tratando de protegerme, mientras que yo era sólo un simple peón en su juego enfermo y retorcido.

Mi madre se sorprendió, pero me mostró amor y apoyo. Se lo dijimos a mi papá cuando llegó a casa del trabajo a la mañana siguiente y me derrumbé y terminé explicándole toda la verdad. Mi padre estaba, por supuesto, furioso, y llamamos a la policía. El violador fue arrestado esa misma noche, y me alegra decir que ha estado en la cárcel desde entonces.

De hecho, acaba de ser sentenciado por la juez Margaret Noe en el condado de Lenawee con un acuerdo de culpabilidad por conducta sexual criminal de tercer grado, y cumplirá los 6 años restantes de su sentencia anterior, más otros 5 ó 10 años por violarme. Nunca pensé que compartiría mi difícil historia públicamente pero, después de ver los comentarios durante la cobertura informativa de su sentencia, siento que necesito hablar y no permanecer en silencio por más tiempo. Este hombre admitió en la Corte lo que él me hizo: Admitió que no fue una relación sexual consensual y que mi vecina me atrajo a la casa. Pasé por un infierno y nadie más que yo lo entenderá. Cuando me di cuenta de que la gente estaba defendiendo a un hombre que podía hacer algo tan horrible y continuar sin ningún problema, me dolió tanto que decidí contar mi historia.

Ninguna niña merece ser violada. Nunca es su culpa. Claramente, este hombre ha sido un depredador sexual durante mucho tiempo y ahora sé que Paige no sólo me engatusó a mí sino  también a muchas otras chicas.

En cuanto a mi hija, ella es todo para mí y ella es la que me está ayudando a superar el trauma de la violación. He estado estudiando en casa para sacar mi último año. No voy a ir a mi fiesta de graduación. No me graduaré con todos mis compañeros. Nos mudamos porque mis vecinos me atormentaron después de ir a la policía. Toda mi vida ha cambiado, sin embargo, mi hija no tiene la culpa, como la juez Noe señaló en la Corte en su sentencia cuando dijo: "El niño no tiene nada que ver con el  delito del violador". Ella mostró mucha compasión por mí y mi hija y me conmovió mucho todo lo que  dijo.
  
Mi niña es mi heroína. Si no hubiera sido por ella, este abusador de niños todavía estaría libre violando a otras chicas. Y haré cualquier cosa para proteger a mi hija. No estaría aquí hoy si no fuera por ella. Y no obtendría justicia sin ella.

El otoño pasado me horroricé cuando vi que un juez en el condado de Sanilac, Michigan, dio la custodia legal conjunta y visitas acordadas a otro abusador de niños condenado dos veces y temí que un juez hiciera lo mismo una vez que mi violador salga de prisión. Su familia ya estaba tratando de enviarme solicitudes de amistad en las Redes sociales y necesitaba estar segura de que mi hija estaría siempre a salvo de todos ellos.

Entonces, mi madre se puso en contacto con el abogado que había representado a la madre en el condado de Sanilac y finalmente la protegió a ella y a su hijo del violador. La abogada Rebecca Kiessling, concebida en una violación, aceptó llevar mi caso gratis también, y me explicó la ley aprobada en el verano de 2016 que tenía como objetivo proteger a las mujeres como yo que quedamos embarazadas por violación.

Afortunadamente, en su sentencia en el condado de Lenawee, Shane Rodgers firmó los dos documentos judiciales clave que necesitábamos que firmase: El juicio de paternidad y la orden de revocación de la paternidad (como exige la Ley de Custodia de Menores por Violación de Michigan). Descubrió que la Juez Theresa Brennan en el Condado de Livingston no sólo firmará la orden de consentimiento, sino que también solicitará a mi abogado que presente una moción al respecto. Estoy muy asustada. Pensé que sería simple si  aceptaba la terminación de sus derechos parentales. Sólo quiero que termine todo esto, así podré tener la tranquilidad de que, pase lo que pase en el futuro, ya sea que salga de prisión, con respecto a su familia, o si algo me sucediera, mi hija estará segura y protegida por los tribunales.

Algunas personas piensan que tomé la decisión equivocada al quedarme con mi hija. Algunos incluso intentaron convencerme de que la diera en adopción. Fue una decisión difícil para una adolescente, pero mi hija ha sido la luz brillante que salió de la situación más horrible.

Nada puede compararse con la primera vez que sostuve a mi hija en mis brazos. Sabía que ella era inocente en todo esto. Nunca olvidaré que ella me ayudó a hacer justicia para las dos.

Todavía estoy sanando del agravio que sufrí y aún tengo problemas para enfrentarme a lo que me sucedió y sé que me acompañará  el resto de mi vida, así como también la de mi hija. No quiero que nadie pase lo que yo pasé y quiero alentar a cualquiera que le pase: Sí, puede ser difícil, pero no dude en pedir ayuda o hablar. No te avergüences de lo que te pasó.

Realmente, estoy agradecida a los legisladores de Michigan que aprobaron esa ley para que el violador no tenga ningún contacto con mi hija.



BIO: "Malia" es una estudiante de 17 años que está a punto de graduarse y es madre de una niña, concebida en una violación. Ahora es bloguera pro vida para Save The 1 y quiere ayudar a otros sobrevivientes de violación. 

Sunday, September 9, 2018

Cualquier persona, incluso los concebidos en una violación, tiene un valor indescriptible



Patty O'Haggarty Smith

Soy hija adoptiva y cuando conocí a mi madre biológica hace más de dos décadas, me contó las circunstancias concretas de mi concepción y nacimiento. Esperaba escuchar una trágica historia de amor, pero en vez de eso escuché la noticia impactante de que mi madre biológica había sido violada y no podía lidiar con el hecho de mantener al hijo de un violador con ella, así que me dio en adopción.  Dijo que sabía que este hombre también había violado a su compañera de cuarto y a otras dos. Él nunca supo de mí y nunca lo volvió a ver. Ella no fue a la policía a hacer la denuncia correspondiente. Eran los años 50 y ella estaba demasiado avergonzada.


Mi madre se vio embarazada y sola. Este mundo le insinuaba que yo era un bebé desechable, de poco valor. Incluso un ser humano dañado, con unos genes “enfermos”.  Pero mi madre sabía que yo era preciosa y que tenía un valor infinito.  Ella me entregó en adopción a unos padres amorosos y yo crecí en un hogar cristiano. A los 18 años, conocí a Jesucristo como mi Señor y Salvador personal.

Yo creo que Dios ha querido que yo esté hoy en este mundo. Tú y yo estamos destinados a estar aquí, e incluso voy a decir que creo que Dios nos ha creado a todos los seres humanos con suma perfección y nos ha enviado a este lugar. Él dice en las Escrituras que antes de ser formado en el vientre de tu madre, ¡Él te conocía! Tú y yo somos increíblemente valiosos para Él y pagó un precio infinito por nosotros.

Muchas personas incluso dentro del movimiento pro-vida defienden que el aborto está mal, pero en el caso de la violación, tal vez el aborto esté justificado como si ese niño tuviera menos valor debido a la forma en que fue concebido.  Pero lo cierto es que cada niño es de infinito valor para el Padre... cada niño. Todos los niños son creados y enviados a este mundo para glorificar al Padre.  ¡Todos los niños!

Si seguimos la lógica de este colectivo, tal vez yo no estaría viva hoy.

Cualquier persona, incluso los concebidos en una violación, tiene un valor indescriptible y Jesús pagó un precio infinito en la Cruz por nuestra salvación.  Le doy las gracias todos los días por la maravillosa vida que he tenido y agradezco que pueda compartir mi testimonio sobre la importancia de cada vida, sin importar las circunstancias de la concepción.  

A pesar de que las circunstancias de mi concepción fueron la violencia y el odio, yo no soy mi padre, ni soy mi madre. Yo soy yo.  Fui creada por un Dios amoroso y mi vida es valiosa. Y así es la vida de cada bebé concebido: valiosa y un don de Dios.

Patty con su marido Ron

Actualmente, colaboro con un hogar cristiano para madres solteras, dirijo la música de adoración cuanto me invitan, y acabo de empezar a compartir mi testimonio. Antaño, me parecía que escandalizaba a las personas a las que contaba mi historia y era incómodo para mí, pero ahora me he envalentonado.  Quiero dar a conocer mi historia y el valor de la vida, quiero dejar este legado en el mundo.

Biografía: Patti creció en una familia de adopción y fue concebida en una violación. Es líder de adoración de Huntington, California y está disponible para dar conferencias. Escribió su testimonio para compartirlo en Salvar El 1 y en otros portales pro vida. Adjuntamos su correo electrónico.


Sunday, September 2, 2018

Nunca sentí rechazo de mi bebé, sólo quería protegerlo





Me llamo Soledad Lizama y soy chilena. Fui violada reiteradamente por mi padrastro desde los 8 años y a los 13, siendo todavía una niña, quedé embarazada.

A pesar de aquel acto monstruoso nunca sentí rechazo de mi bebé, sólo quería protegerlo. No sé si podría haber vivido con el recuerdo de matar a mi bebé que era tan víctima como yo. Mi hija hoy tiene 20 años y es una muchacha alegre, una luz y una inspiración para mí.

Si me hubieran propuesto abortar, hubiera sido ofrecerme para ser yo también tan violenta y abusadora como quien me violó. Me habría convertido también en una asesina.

Cuando una mujer queda embarazada y mucho más tras una violación, se le ofrece el recurso fácil: acabar con el bebé; quitarse el problema de encima. Lo que necesita una madre que ha sido violada es apoyo y ayuda porque siente que fue utilizada y abusada. Quien abusó de mí, sólo estuvo un año en prisión, mientras mi familia fue disuelta y yo trasladada a un hogar de menores.

Como creo en la importancia de todas las vidas, también aquellas concebidas en violencia y las que presentan alguna discapacidad, me personé en 2015 en la Cámara de los Diputados de Chile con mi hija que tenía 17 años por aquel entonces para dar mi testimonio y gritar al mundo que no estaba de acuerdo con la despenalización del aborto en las tres causales.

Hoy estoy casada y tengo un total de cinco hijos. La vida puede seguir y, de hecho, sigue después de esas experiencias si uno cuenta con el apoyo necesario. Yo, gracias a Dios, estuve en un hogar para mujeres embarazadas donde conocí personas maravillosas. Fui acogida, me sentí querida por primera vez, además de recibir apoyo emocional y un tratamiento psicológico para superar aquella atrocidad.

Soledad con uno de sus hijos pequeños.

Biografía: Soledad Lizama está casada, es madre de cinco hijos vive en San Pedro, Melipilla, Chile. Trabaja como comerciante.