Fue en el
comienzo de mi penúltimo año de estudios. Yo era una adolescente normal de 16
años. Durante el verano, mis padres renovaron sus votos matrimoniales, lo que
fue como una segunda boda para ellos. Disfruté yendo al lago donde vivía mi
tío. Salí con mis amigos, disfruté de mi familia unida y estaba deseando
comenzar otro año escolar. Las citas no me interesaban porque estaba muy
concentrada en mis amigos, familia y estudios. Todo eso cambió cuando fui
atacada y violada por un delincuente sexual convicto.
En octubre de 2016, estaba
pasando la noche en una casa que estaba
detrás de la mía. Conocíamos a esta familia desde hacía 8 años. Mi amigo
era un año mayor que yo. Su hermana mayor, Paige, de 25 años, se ofreció a llevarnos
a dar un paseo y a reunirnos con unos
familiares. Tan pronto como llegamos a la casa de su familia, había un par de
hombres mayores allí, y yo estaba muy incómoda, rogándole tres veces que nos
llevara a casa.
Prefiero no entrar en detalles de
esa noche horrible, pero resultó que uno de estos hombres de 32 años, Shane R.
Rodgers, me violó. Después de eso, nunca fui la misma. Mis padres sabían que
algo iba mal. No quería ir a la escuela. No quería salir de la cama ni ir a
ningún lado. No podía dormir sin mi luz encendida y nunca quise estar sola.
Sufrí miedo y vergüenza, pero no conté nada.
Sabía que el embarazo era una
posibilidad, pero me sentí aliviada cuando seguí teniendo mi ciclo regular. Sin
embargo, unos seis meses después de la violación, comencé a sentir un
movimiento distinto en mi abdomen. Entonces, un amigo y yo fuimos a la tienda y
compramos una prueba de embarazo que resultó positiva. Yo era virgen cuando fui
violada y nunca tuve relaciones desde entonces, pero supe de inmediato lo que
esto significaba. Fui a visitar a la
vecina de 25 años que me había llevado a la casa esa noche y le dije que estaba
embarazada. Paige me llevó a una clínica que confirmó mi embarazo.
Esa noche, se lo dije a mi mamá, pero Paige me había
convencido de que contara que me había violado un extraño, porque ella también
tenía miedo de meterse en problemas. Yo era ingenua y no sabía que ella me
había preparado la encerrona todo el tiempo para entregarme a su primo (con
quien estaba teniendo relaciones sexuales) que era un abusador de menores condenado
que ya había ido a la prisión por intentar violar a una niña de 11 años. Pensé
que estaba tratando de protegerme, mientras que yo era sólo un simple peón en
su juego enfermo y retorcido.
Mi madre se sorprendió, pero me
mostró amor y apoyo. Se lo dijimos a mi papá cuando llegó a casa del trabajo a
la mañana siguiente y me derrumbé y terminé explicándole toda la verdad. Mi
padre estaba, por supuesto, furioso, y llamamos a la policía. El violador fue
arrestado esa misma noche, y me alegra decir que ha estado en la cárcel desde
entonces.
De hecho, acaba de ser
sentenciado por la juez Margaret Noe en el condado de Lenawee con un acuerdo de
culpabilidad por conducta sexual criminal de tercer grado, y cumplirá los 6
años restantes de su sentencia anterior, más otros 5 ó 10 años por violarme.
Nunca pensé que compartiría mi difícil historia públicamente pero, después de
ver los comentarios durante la cobertura informativa de su sentencia, siento
que necesito hablar y no permanecer en silencio por más tiempo. Este hombre
admitió en la Corte lo que él me hizo: Admitió que no fue una relación sexual
consensual y que mi vecina me atrajo a la casa. Pasé por un infierno y nadie
más que yo lo entenderá. Cuando me di cuenta de que la gente estaba defendiendo
a un hombre que podía hacer algo tan horrible y continuar sin ningún problema,
me dolió tanto que decidí contar mi historia.
Ninguna niña merece ser violada.
Nunca es su culpa. Claramente, este hombre ha sido un depredador sexual durante
mucho tiempo y ahora sé que Paige no sólo me engatusó a mí sino también a muchas otras chicas.
En cuanto a mi hija, ella es todo
para mí y ella es la que me está ayudando a superar el trauma de la violación.
He estado estudiando en casa para sacar mi último año. No voy a ir a mi fiesta
de graduación. No me graduaré con todos mis compañeros. Nos mudamos porque mis
vecinos me atormentaron después de ir a la policía. Toda mi vida ha cambiado,
sin embargo, mi hija no tiene la culpa, como la juez Noe señaló en la Corte en
su sentencia cuando dijo: "El niño no tiene nada que ver con el delito del violador". Ella mostró mucha
compasión por mí y mi hija y me conmovió mucho todo lo que dijo.
Mi niña es mi heroína. Si no
hubiera sido por ella, este abusador de niños todavía estaría libre violando a
otras chicas. Y haré cualquier cosa para proteger a mi hija. No estaría aquí
hoy si no fuera por ella. Y no obtendría justicia sin ella.
El otoño pasado me horroricé
cuando vi que un juez en el condado de Sanilac, Michigan, dio la custodia legal
conjunta y visitas acordadas a otro abusador de niños condenado dos veces y
temí que un juez hiciera lo mismo una vez que mi violador salga de prisión. Su
familia ya estaba tratando de enviarme solicitudes de amistad en las Redes
sociales y necesitaba estar segura de que mi hija estaría siempre a salvo de
todos ellos.
Entonces, mi madre se puso en
contacto con el abogado que había representado a la madre en el condado de
Sanilac y finalmente la protegió a ella y a su hijo del violador. La abogada Rebecca
Kiessling, concebida en una violación, aceptó llevar mi caso gratis también, y
me explicó la ley aprobada en el verano de 2016 que tenía como objetivo
proteger a las mujeres como yo que quedamos embarazadas por violación.
Afortunadamente, en su sentencia
en el condado de Lenawee, Shane Rodgers firmó los dos documentos judiciales
clave que necesitábamos que firmase: El juicio de paternidad y la orden de
revocación de la paternidad (como exige la Ley de Custodia de Menores por
Violación de Michigan). Descubrió que la Juez Theresa Brennan en el Condado de
Livingston no sólo firmará la orden de consentimiento, sino que también
solicitará a mi abogado que presente una moción al respecto. Estoy muy
asustada. Pensé que sería simple si
aceptaba la terminación de sus derechos parentales. Sólo quiero que
termine todo esto, así podré tener la tranquilidad de que, pase lo que pase en
el futuro, ya sea que salga de prisión, con respecto a su familia, o si algo me
sucediera, mi hija estará segura y protegida por los tribunales.
Algunas personas piensan que tomé
la decisión equivocada al quedarme con
mi hija. Algunos incluso intentaron convencerme de que la diera en adopción.
Fue una decisión difícil para una adolescente, pero mi hija ha sido la luz
brillante que salió de la situación más horrible.
Nada puede compararse con la
primera vez que sostuve a mi hija en mis brazos. Sabía que ella era inocente en
todo esto. Nunca olvidaré que ella me ayudó a hacer justicia para las dos.
Todavía estoy sanando del agravio
que sufrí y aún tengo problemas para enfrentarme a lo que me sucedió y sé que
me acompañará el resto de mi vida, así
como también la de mi hija. No quiero que nadie pase lo que yo pasé y quiero
alentar a cualquiera que le pase: Sí, puede ser difícil, pero no dude en pedir
ayuda o hablar. No te avergüences de lo que te pasó.
Realmente, estoy agradecida a los
legisladores de Michigan que aprobaron esa ley para que el violador no tenga
ningún contacto con mi hija.
BIO: "Malia" es una
estudiante de 17 años que está a punto de graduarse y es madre de una niña,
concebida en una violación. Ahora es bloguera pro vida para Save The 1 y quiere
ayudar a otros sobrevivientes de violación.
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