Saturday, October 27, 2018

¡No terminaron con un embarazo, asesinaron a mi hermana!



           ¿Quién ha dicho que una conversación no puede cambiar tu vida? Cuando tenía 16 años tuve una conversación con mi madre que me cambió para siempre.

            Mi madre y mi padre nunca se casaron, se separaron cuando yo tenía 9 meses y nunca conocí a mi padre hasta que tuve 28 años. Mi madre era totalmente discreta respecto a su relación con mi padre. Nunca supe nada de su relación hasta esa tarde cuando tenía 16 años en que mi madre decidió darme detalles de su noviazgo con mi padre.

Oliver con su familia

            Durante la plática mi madre estaba muy triste y me dijo que conoció a mi padre cuando ella tenía 19 años y mi padre tenía 21 años. Él estudiaba en la universidad y mi madre vivía con mi abuela. Durante su noviazgo, mi madre me dijo que resultó embarazada, supuse que se refería a mí. Entre llantos me dijo que no se refería a mí; mis padres habían engendrado otro hijo antes que yo. Para ser más especifica mi madre me dijo que era una niña, que yo tenía una hermana mayor. La pregunta natural fue que pasó con ella y mi madre me confesó que ella y mi padre no se sentían preparados para tener una hija. Mi padre, aunque lo amo, cobardemente consiguió dinero y le sugirió a mi madre que se hiciera un aborto. Mi madre por temor o por amor, fue a una clínica clandestina a practicarse un aborto. Cuando mi madre abortó, no salió un producto de ella, salió una beba. Hay grupos en la actualidad que no quieren llamarlos bebés o fetos, los llaman productos; ¡Que mentira más grande!, mi madre vio los brazos, piernas y cuerpo de mi hermana mientras era mutilada para “terminar” con el embarazo. No era un producto, era una vida, era mi hermana. No terminaron con un embarazo, asesinaron a mi hermana. El aborto no es una solución es la salida más primitiva y horrenda que se pueda hacer. Asesinar a alguien nunca solucionará tus problemas. El día que mi madre abortó me privaron de mi hermana, de mi familia, de mis futuros sobrinos o sobrinas. Me privaron de amar y de ser amado por una hermana.

            En la actualidad las personas que favorecen el aborto dicen que quieren emancipar a las mujeres, que quieren liberarlas, ¡qué absurdo! Mi madre después de 40 años aún se lamenta y llora por haber abortado a mi hermana. Aun ahora mi madre me pide perdón y llora cuando habla de la niña que fue asesinada antes de nacer. Nunca he visto a una mujer que haya abortado promover el aborto. Les aseguro que mi madre no apoya el aborto, todo lo contrario, aun siente la culpabilidad y la miseria de haber abortado. Mi madre está encerrada en una culpabilidad que le persigue hasta el día de hoy, aún no se puede perdonar a ella misma la cobarde decisión que tomo de terminar una vida. Cuando veo a mi madre no veo a una mujer liberada. Todo lo contrario, veo una mujer esclavizada por la tristeza de haber matado a su propia hija. 

            Mi madre aún no había terminado con su relato. Me dijo que a los 20 años quedo otra vez embarazada de mi padre. Ambos pensaron que si abortar había funcionado antes seguramente funcionaría otra vez. Una vez más mi padre consiguió el dinero y mi madre fue a la misma clínica clandestina para abortar. Mientras estaba sentada en la clínica se tocó su estómago y recordó el vil asesinato de mi hermana. No pudo más, se puso a llorar, sintió una culpabilidad aplastante y entre lágrimas le habló al bebé en su vientre. Se armó de valor y se fue de la clínica con un bebé en su vientre. Le dijo a mi padre que no abortaría, que prefería dar vida antes que quitarla otra vez. Ese bebé al que le habló en su vientre mientras estaba en la clínica era yo. Me prometió cuidarme, amarme y ha cumplido.

            Mi nombre es Oliver Campos y no soy un producto. Tengo 36 años, vivo en Arizona, Estados Unidos. Estoy casado con una mujer maravillosa, tengo dos hijos que son el regalo más grande que Dios me ha dado. Yo no soy un producto, soy un ser humano. Sirvo en una iglesia como pastor desde hace 10 años. He trabajado para la oficina del alguacil y como policía en el estado de Arizona. He ayudado a personas en sus momentos más difíciles, incluso he salvado vidas. Yo no era un producto cuando estaba en el vientre de mi madre, no soy un producto ahora, soy una persona. Si mi madre me hubiera abortado se hubiera perdido toda una generación.

Una conversación con mi madre me cambió la vida, espero que esta conversación cambie tu manera de pensar sobre el aborto o confirme tu decisión de apoyar la vida. ¿Sabes?, en mi familia hay un espacio vacío, es el de mi hermana, nunca la conocí, pero la extraño tanto. A veces me pregunto cómo sería mi vida si la hubieran dejado vivir.

Piensa por un momento, si mi madre no hubiera salido de esa clínica, yo no existiría y esta plática nunca la hubiéramos tenido. Que no te mientan no somos productos, somos vidas. Por favor, elige proteger las dos vidas.

Biografía: Oliver está felizmente casado en Arizon y es padre de dos niños. Es pastor en una Iglesia protestante.



Sunday, October 14, 2018

Que un diagnostico médico no te lleve a quitar una vida




Familia Campos, Guatemala

Cuando se descubre una enfermada grave en un ser querido nuestra reacción natural es luchar para salvar la vida de esa persona, pero en el caso de los bebés no nacidos nuestra sociedad se ha deshumanizado a tal punto que la solución ante problemas de salud durante la gestación es un aborto.



Hace 12 años mi esposo y yo nos casamos y una de nuestras primeras decisiones como esposos fue dedicar nuestros primeros 5 años de matrimonio al servicio de Dios, sin tener hijos.  Cinco años después, le dijimos a Dios que deseábamos tener a nuestro primer bebé y quedé embarazada justo después de orar a Dios por nuestro primogénito.

 El médico me confirmó que estaba embarazada un viernes y el sábado tuve dolores en el vientre y hemorragia, fuimos a la emergencia del hospital en donde me evaluaron y me hicieron un ultrasonido. No me permitieron ver la pantalla cuando realizaron el ultrasonido pero mi esposo si podía verla y en la imagen él vio algo pequeño en forma de semilla de frijol y dijo: ¡Ése es mi bebé!”. Y le contestaron: “No puedo decirle nada”.

Luego de las evaluaciones en el hospital me dijeron: “El producto viene defectuoso, te recomendamos que abortes y para el dolor estamos listos para darte morfina, no estamos seguros de que haya vida, toma esta pastilla para abortar”. Mi esposo y yo nos negamos a hacerlo y sin tomar ningún medicamento, decidimos irnos del hospital. Al salir de allí hablé con mi hermano en Guatemala ya que él es médico y él me pidió  que le enviara todos los resultados de las pruebas que me hicieron y, luego de verlos, me dijo: “El bebé es muy pequeño aún, esperemos dos semanas, acuéstate y no te levantes por dos semanas, luego ve a un ginecólogo. 

A las dos semanas fui con un ginecólogo quien me confirmó que estaba embarazada y por primera vez pudimos escuchar el corazón de nuestro bebé latir muy fuerte.

A los 5 meses de embarazo el ginecólogo solicitó varias evaluaciones y dos semanas después me dijeron:” Todos los exámenes muestran que el feto viene mal, su espalda no ha cerrado, tiene varias señales de traer Síndrome de Down y tú tienes más de 30 años entonces hay más riesgo, por otro lado, es un varón. Y como mi esposo estaba conmigo dijeron nuestra recomendación es que aborten”.

Yo estaba tratando de asimilar todo lo que me decían. Dije, puede ser que yo no esté entendiendo el inglés”. No dije nada, sólo escuchaba, pero mi esposo de inmediato dijo:”NO VAMOS A ABORTAR. Los médicos le contestaron:”Si quieren estar seguros podemos hacer una amniocentesis con el riesgo de que el feto muera en el examen y mi esposo dijo: ¿Qué logramos con ese examen?”. Contestaron: “Confirmaremos que el niño viene con Síndrome de Down y otros problemas”. Y mi esposo de inmediato contesto NO NECESITO CONFIRMAR NADA, PORQUE NO VAMOS A ABORTAR. Y después de eso nuestro ginecólogo dijo:”Si tendrán al bebe no importando su condición,
de ahora en adelante nos enfocaremos sólo en el embarazo.

Desde antes de engendrar a nuestro primogénito habíamos decidido ponerle “David” si teníamos un varón, pero al saber que nuestro hijo podría nacer con tantas situaciones y Síndrome de Down mi esposo decidió llamarlo como él, “Oliver”, para que nuestro hijo y todo el mundo supiera que estaba muy orgulloso de él, y decidió ponerle como segundo nombre “Benjamín” para que el bebé supiera que era nuestra alegría no importando su condición.

 Después de 9 meses de oración, de depender por completo de Dios y de muchas pruebas, el 2 de octubre del 2012 de forma natural ¡Nació nuestro primogénito, Oliver Benjamín, completamente sano. Y aunque ya pasaron 5 años, al compartirlo, corren mis lágrimas como si fuera ayer. ¡Dios es maravilloso! Y hasta el día de su concepción, supimos que Dios nos había dado ¡Un hijo sano! Hoy en día nuestro Oliver tiene 5 años, es un pequeño adorador que ama a Dios con todo su corazón y además quiere ser científico.

No permitas que lo inesperado y abrumador de un diagnóstico médico te haga tomar una decisión a la ligera; siéntate, respira, ora, pide consejo, evalúa y toma la decisión de dar vida y no de quitar una vida. Porque Dios no te da una prueba más grande que tus fuerzas y tus propias posibilidades. Mi esposo y yo sin un buen seguro médico y muchas otras situaciones estábamos listos para recibir a nuestro hijo, porque teníamos la seguridad de que si Dios le daba vida a él y a nosotros era porque esa era nuestra misión y podríamos hacerlo juntos.

NO abortes, decide DAR VIDA.

BIOGRAFÍA: El matrimonio Campos quiso compartir con nosotros este testimonio de vida para que lo publiquemos y pueda ayudar a muchas personas que se encuentren en una situación parecida.

Monday, October 8, 2018

El hombre que propinó una patada a una muchacha activista pro vida era amigo mío antes de que fuera violada y naciera mi hija.


por Shalyn McGuin 
Soy madre de dos hijos. La hermosa niña que me hizo mamá tiene casi 6 años. Ella fue concebida en una violación. Tan pronto como vi la prueba de embarazo positiva, pensé que el aborto era la respuesta y solución. El aborto es "siempre la respuesta" cuando una mujer es violada, ¿no es así? De hecho, trabajaba de niñera y mi empleadora me dijo que tendría que abortar si quería mantener mi trabajo porque ella no quería que sus hijos me vieran "así".

Fui al centro de ayuda para el embarazo aquí en Ontario y le pregunté a la mujer que estaba atendiendo si debía abortar o no. Ella me dijo que, aunque no podía decirme qué hacer, me ofrecía su apoyo fuera como fuera. Si me quedaba con el bebé, me ayudarían con los muebles, las clases prenatales, el asesoramiento y ella me aseguró que sería capaz de criar a mi bebé.
Así que me quedé con el bebé, y ahí fue cuando me di cuenta: las mujeres no abortan porque no pueden cuidar al bebé. Abortan porque tienen miedo de llevar al bebé y nadie les dice lo contrario.
La de la foto soy yo con un viejo amigo, Jordan Hunt. Siempre fue peculiar. Caminaba descalzo por todas partes, trepaba estatuas, postes y árboles. Tenía una risa fuerte y contagiosa y siempre era un hombro para apoyarse.
Eventualmente, nos separamos, como hacen muchas amistades jóvenes. Hace unos días vi su rostro en mi Facebook: La protesta pro-vida se vuelve violenta. Vi con horror el vídeo en el que él golpea a una muchacha pro vida. Antes de que empezara la violencia, mi corazón se rompió cuando Jordan Hunt insinuó que los bebés como mi hija deberían ser abortados. Como si fuera la elección obvia: burlarse con los pulgares hacia arriba y hacia abajo, ¿una víctima de violación "debería quedarse con el bebé?"
Luego, pateó a una joven activista pro-vida llamada Marie-Claire Bissonnette. Pude escuchar a Jordan gritando: "Sólo quise darle una patada a su teléfono", y creo sinceramente que él sólo tenía la intención de tirar el teléfono de su mano, pero incluso eso fue un acto de violencia tan innecesario y el odio que tenía era fácil de detectar. Y todo porque Marie-Claire sugirió que no estaba bien matar a un bebé concebido en una violación. Todo porque ella sugirió que no estaba bien matar a MI bebé.

Desde que vi este vídeo he llorado mucho. El Jordan que conocí murió cuando vi ese vídeo. Pero me duele más cuando me doy cuenta de que todavía está aquí, pero le importa tan poco la vida de mi hijo que podría golpear a una mujer por proponer algo distinto que abortar a niños como el mío.
Este incidente ha dañado a muchas personas, incluido a él. Ruego para que ésta sea una lección, ruego que esto le abra los ojos, le pido que abra su corazón y oro para que el Jordán que conocí regrese algún día. También rezo por su víctima mientras se recupera del trauma de este incidente. Y rezo por mi hija. Rezo para que algún día la gente vea su valor.
Tal vez si Jordan y yo nos hubiéramos mantenido en contacto, él habría visto cómo las personas a favor de la vida me dieron esperanzas y cuidaron de mí y de mi bebé. Habría visto cómo las personas a favor de la elección sólo me daban una opción: el aborto. Habría visto la realidad de quién es mi hija y tendría que pensar de modo muy diferente acerca de este tema. Ella no es el "bebé de un violador". Ella es MI bebé. Ella es el bebé de una víctima de violación, y es digna de la vida. Los niños como ella no deben ser castigados por los crímenes de sus padres. Gracias Marie-Claire por defendernos.
Mi hija es verdaderamente el arco iris después de la tormenta.

BIO: Shalyn McGuin está casada y es madre de dos hijos.  Es bloguera pro-vida de Save The 1  y reside en Ontario, Canadá. Ella espera cambiar la mentalidad que existe sobre  los bebés concebidos a través de la violación y sus madres.