Por
Rebecca Kiessling
¿Son algunos de los candidatos políticos "más pro
vida" que otros? ¡Sí! ¿Es importante saber qué candidatos y qué
organizaciones están dispuestos a defender los valores pro vida? ¡Rotundamente
sí!, porque el hecho de aceptarlos o no puede suponer, después, decisiones
nefastas para la vida de algunos colectivos.
Para mí esto no
es un juego político. En mi caso, literalmente, le debo la vida a la ley que
estaba vigente cuando fui concebida. Mis héroes son los legisladores pro vida
en Michigan que reconocieron la valía de toda vida, incluso en casos de
violación: 100% pro vida, sin excepciones, sin concesiones. ¡Ellos son mis
héroes! Mi madre biológica no eligió la vida para mí. Ella escogió el aborto.
Estuvo a punto de terminar con mi existencia en dos ocasiones. Sólo se echó
atrás a causa de las infames condiciones del abortorio al que se dirigió y
porque aquello era un acto ilegal. Habrá quien, evidentemente, sienta profundo agradecimiento por el hecho
de que su madre escogiera la vida por encima del aborto, pero la mía no lo
hizo. Así que, algunos de nosotros estamos necesitados de héroes que estén
dispuestos a proteger la vida, sin excepción, sin fisuras.
Soy de
Michigan, un estado americano donde nunca hemos tenido una excepción por
violación en una sola ley. Y esto es así porque “Derecho a la Vida de
Michigan”, una organización pro vida, determinó a principios de los años 70,
que nunca abandonaría al niño concebido en una violación. Entonces, ¿qué
significa eso exactamente? Significa que un candidato político no obtiene el
respaldo de nuestra asociación pro vida si él o ella aceptan una excepción de
este tipo. Ha habido batallas duras que lidiar y situaciones comprometidas pero
Michigan nunca ha dado a la espalda a la vida, tampoco a aquellos más
indefensos. Y esta fortaleza se debe a la calidad y empeño de los líderes pro
vida de nuestra organización estatal.
Lamentablemente,
la mayoría de voces a nivel nacional han dado respaldo a las concesiones. De
este modo, el colectivo de bebés inocentes concebidos en una violación ha
sufrido como consecuencia de esta actitud permisiva de umos candidatos políticos mediocres que
buscan alcanzar el triunfo en las elecciones, en detrimento de optar por
líderes políticos que apoyan el derecho a la vida de modo absoluto y
contundente.
Muchos
políticos y grupos pro vidas piensan que la estrategia de aceptar las
excepciones resulta eficaz en la lucha para terminar con el aborto. Algunos
acuden a la analogía del edificio en llamas para justificar su postura. Salvas
99 vidas comprometiendo la singularidad de 1 sola, concebida en una violación.
Mientras se consigue poner a salvo la mayor parte de las vidas, se espera el
momento preciso para regresar a la arena política y salvar también a la
restante. Hay varios problemas con esta estrategia. En primer lugar, no se está
trabajando para salvar a todos. La realidad es que cortan el suministro el
agua, envían los camiones de vuelta a casa y se paran allí viendo como el
edificio arde en llamas y se queda el 1 en el interior. Los que aceptan
concesiones nunca vuelven para salvar al 1. Esta defensa de la excepción se ha
convertido en regla general. Se ha determinado que el bebé concebido en una
violación es un mal menor que hay que aceptar y no vale la pena el esfuerzo que
supone luchar por su defensa.
Cada vez que
escucho "Salvaguardar a los 99 a cambio del 1", no puedo dejar de
pensar en la parábola de la oveja perdida, porque Jesús nos recordó que
debíamos poner especial empeño en cuidar a ese 1. Él mismo dijo: Mirad de no menospreciar a uno de estos mis pequeños. ¿Despreciar? ¡Qué cosa tan difícil de aceptar!
Porque, ¿alguien querrá despreciar algo tan mísero? Pero sí, ese desprecio
existe y ha sido enormemente doloroso. Algunos nos han llamado "mala
semilla”. Pastores de iglesias nos han menospreciado tachándonos como
"semilla del demonio, al margen de la voluntad de Dios”. Nos han
etiquetado también como "recordatorio terrible de la violación",
"engendro del demonio", "niño del monstruo", “mancha en el
código genético de las posteriores generaciones”... Ciertamente, los que hemos
sido concebidos en una violación, somos un colectivo ninguneado; sin duda, más
que cualquier otro grupo de personas hoy en día.
Jesús continúa
en Mateo 18: "Porque os digo que sus ángeles en los cielos, ven
continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos." Entonces Él
comenta la parábola de la oveja perdida, donde el Buen Pastor deja las 99 ovejas
a buen recaudo en el redil y sale presto para salvar aquella que está perdida.
Y Jesús termina la lección diciendo: "de la misma manera, su Padre en el
cielo no quiere que ninguno de estos pequeños perezca." ¿Quiénes son
"los más pequeños de éstos", de los que habla Jesús? ¿no son,
también, los niños concebidos en una violación, unos de los más olvidados en
nuestra sociedad actual? Es absolutamente deplorable que cualquier líder
pro-vida pueda sugerir que no le importa que
estos pequeños perezca. ¿ Es el hecho de que estamos en minoría lo que
hace que sea más fácil para usted? ¡Horrible!
Volviendo a la
imagen del edificio en llamas, haré una analogía con lo que ocurre con los
políticos. Lo que realmente está sucediendo es que hay la gente que va a las entrevistas
de trabajo (candidatos políticos)
para convertirse en bomberos (legisladores).
Estos potenciales bomberos se plantan y dicen a sus jefes (líderes en el movimiento pro-vida) "Sólo para que sepas, yo
discrimino. Sí, si entro en un edificio en llamas y hay niños en medio del
fuego o en la parte posterior del edificio, no voy a salvarlos. Estos pequeños
quedarán dolorosamente desfigurados y, por tanto, serán un recordatorio
terrible del fuego, y yo no voy a hacer esto a sus padres, así que voy a
hacer distinciones y los dejaré morir. Y si se intenta obligarme a entrar y
salvarlos, simplemente no voy a hacerlo".
Ahora me
pregunto, ¿qué jefe de bomberos en su sano juicio podría contratar a una
persona así como bombero? Aun así, esto es lo que demasiados líderes pro-vida
han venido haciendo. Y si alguno de ellos fuera contratado con la condición de
salvar a todos las criaturas que se encontrara en el edificio, sin
discriminación alguna, ¿qué jefe de bomberos le daría su bendición a la salida
si hubiera dejado intencionadamente un niño para convertirlo en pasto de las
llamas? ¿No lo expulsaría de inmediato del cuerpo? Sin embargo, lo que está
ocurriendo es que los jefes de bomberos corruptos no sólo aceptan estas
acciones mortales, sino que incluso las respaldan y las recompensan. El
edificio en llamas no es una situación de emergencia, pero completamente
previsible cuando los responsables de defender a sus inquilinos minimizan sus
expectativas y respaldan a sus candidatos. Y la situación puede evitarse porque
hay buenos bomberos que no discriminan en ningún caso.
Esta
comparación con el edificio en llamas se da en la realidad. Algunos líderes que
no quieren ceder a las excepciones, se ven atacados por otros responsables del
entorno pro vida y presionados para que cedan su puesto a otros a quienes no
les importe aceptar concesiones, especialmente las relativas a discapacidades y
casos de violación. Ejemplos los tenemos recientes en diversos Estados de USA,
en América Latina o Polonia, en Europa. De este modo, se pretende dar un apoyo
explícito a candidatos políticos, en principio favorables a la vida, pero que
llevan en su programa los famosos "causales", para ganar más votos
aún a costa de conceder vidas humanas igual de dignas y merecedoras de protección
que todas las demás.
Esta actuación
ha tenido especial repercusión en Estados Unidos en la iniciativa legislativa
de prohibir los abortos en el tercer trimestre porque los bebés experimentan
dolor. Algunos representantes políticos han obtenido un espaldarazo absoluto
por parte de organizaciones pro vida, defendiendo esta norma legal incluyendo,
sin embargo, la excepción de aquéllos que han sido concebidos en un acto de
violación. Y se consideran pro vida 100%. ¡Inaudito!
Me siento
consternada porque YO SOY capaz de sentir dolor y lo siento verdaderamente.
Aceptar la excepción de violación en este particular proyecto de ley que
prohíbe el aborto porque los no nacidos son capaces de sentir dolor, supone
crear una discriminación de seres humanos, afirmando que unos son más dignos
que otros. Pónganse en nuestra piel y experimenten los gritos de dolor de los
más de 350 miembros de Salvar El 1 que fueron concebidos en una
violación o el de las madres que sufrieron abuso. Se lo aseguro, el dolor
infligido al sentirnos despreciados y colocados en el punto de mira queda para
toda la vida.
Desgraciadamente,
son muchos los que consideran a mi colectivo como el chivo expiatorio, la
moneda de cambio, carne de cañón, y no les importa que seamos castigados no
sólo por los pecados de nuestros padres biológicos, sino también por los
intereses partidistas de políticos mediocres que se niegan a defendernos. Una
situación así es del todo injusta. Me gustaría que lo consideraran a la luz de
otros grupos. Piensen, por ejemplo, en reemplazar a los concebidos en una
violación por cualquier otro grupo de
personas - por ejemplo, "excepto en los casos de bebés judíos”,
“exceptuando los bebés de color”. ¿Qué mensaje que enviaríamos, entonces, al
pueblo judío, a la comunidad negra o de cualquier etnia distinta a la
caucásica? Se les dice que su vida no es tan valiosa, que están
"contaminados" y no son dignos de la misma protección legal que los
demás. Pondríamos el grito en el cielo.
Sin embargo, no sucede lo mismo conmigo. Ningún otro grupo de personas recibe
una discriminación tan cruel y sistemática en la sociedad actual como el niño
concebido en una violación. Madres
supervivientes de esta atrocidad, que están criando a sus hijos a los que aman,
lloran cuando ven el desprecio que reciben sus bebés y cómo se desvirtúa su
dignidad como personas. ¡Este prejuicio letal debe terminar!
Así que ahora
debemos preguntarnos, ¿a quiénes protegen realmente estas organizaciones
dispuestas a comprometer la vida? Al niño inocente concebido en una violación,
o a los políticos que prometen discriminar? Un gran número de constituciones y
ordenamientos jurídicos, así como diversos tratados internacionales, afirman
que ningún poder político privará a una persona de su derecho a la vida y
aseguran una igual protección a todo ser humano delante de la ley. Aceptar la causa
de la violación implica negar esta igualdad de protección y es algo
inadmisible. No se puede apoyar el derecho a la vida y su total protección cuando
se acepta el aborto de unos niños inocentes, simplemente por el origen de su
concepción.
Mi mayor
respeto y consideración a todos los políticos que no se arrugan ante la presión
recibida, incluso desde buena parte del movimiento pro vida. Estos políticos
demuestran, con su firmeza, su voluntad de representar y defender a todos sus
conciudadanos, también a los más desprotegidos y vulnerables. Gracias a estos
campeones de la vida por su lucha tenaz en defendernos y sacarnos el estigma
mortal al que muchos nos condenan. La máxima es clara: castiguemos al violador,
no a los bebés y protejamos a los inocentes, no a los políticos que se quieren
ganar votos por un plato de lentejas.
BIO: Rebecca
Kiessling es esposa y madre de cinco hijos, abogado y conferenciante pro vida
internacional. Es fundadora y presidenta de la organización mundial pro
vida Salvar El 1 que busca hacer frente a todos los llamados "casos
difíciles" en el debate sobre el aborto, co-fundadora también de Hay Esperanza
Después de la Excepción por Violación .
Etiquetas: 100% Pro-Vida , Concebido en Violación , Rebecca Kiessling ,Derecho A la Vida Savethe1
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