Saturday, January 25, 2020

Madre de tres hijos concebidos en violación



Hola, me llamo Elisa Maldonado, soy hondureña y quiero contar mi historia.

Fui abusada a la edad de 14 años y de esa violación tuve una hija. Mi agresor era alguien conocido por mí y me exigía que abortara. Me golpeaba y amenazaba. Él quería que me deshiciera de la bebé, aun así tuve a mi hija.


Al principio, todo era oscuridad para mí, pero el pensar en mi hija era la fortaleza que necesitaba para seguir adelante.

Después de nacer mi primera hija fruto de los ultrajes recibidos, la misma persona siguió con los abusos y tuve un segundo embarazo.  Me sentía perdida, pero sabía que mi hijo no tenía la culpa de la situación así que también decidí traerlo al mundo.

Yo seguía siendo abusada y mi agresor buscaba que, de alguna manera, yo me deshiciera de mis hijos. Volví a quedar embarazada una tercera vez, sentía que el mundo se me venía encima, estaba desesperada y no sabía qué hacer, pero la fuerza del amor, ese amor puro de madre que pocos ahora comprenden me ayudó a superar todo esto y nació mi tercer hijo concebido en violación.

Sabía que si me quedaba en ese lugar las cosas no iban a terminar bien. Si no había intentado huir antes, fue porque apenas comprendía lo que me estaba pasando. No sabía dónde correr, no sabía dónde ir, no tenía la ayuda de nadie. Crecí con mis padres, pero de ellos jamás recibí el apoyo.

Somos cuatro hermanas, las cuatro hemos vivido en abusos y violencia, violaciones... Mis otras hermanas obligadas a abortar a golpes de su agresor... Siempre buscan esto, silenciarte, intimidarte para seguir haciendo el mismo daño y encubrir si pueden la prueba de sus delitos que es el hijo.

Una de mis hermanas, quién en ese entonces tenía 16 años, fue abusada por su ex pareja. Ella tuvo una niña y cuando decidió separarse de él la amenazó con matarla. Un día, cuando ella iba camino a casa, él la persiguió, abusó sexualmente de ella y la asesinó.


Ahora yo cuido mucho a mis hijos y pienso que si a mi hija le llegara a pasar algo tan terrible como lo que me pasó a mí jamás le aconsejaría que acabe con la vida de un inocente mientras el culpable anda en la calle libre haciéndole daño a otras mujeres.

Nota: Elisa vive actualmente en Norte Carolina, no se ha casado, trabaja en el sector de la pintura y dedica su vida a criar a sus hijos. (Las fotos son referenciales por temor a su agresor).

Saturday, January 18, 2020

Mi cuñado abusó de mí y me dejó embarazada



Shirley Carvajal, Nicaragua

Sólo tenía 16 años y cursaba el cuarto año de Educación Secundaria. En casa siempre hemos sido personas de escasos recursos económicos así que, cuando mi mamá y mi papá trabajaban y mis hermanos iban a clases por la mañana, yo me quedaba sola en casa.


Un día estaba haciendo la limpieza de las puertas cuando alguien en quien teníamos muchísima confianza puesto que era el esposo de mi hermana mayor, llegó de repente. Él era taxista y siempre se había relacionado muy bien con nuestra familia. Me dijo que mi papá le prestaba una llave para poder reparar el carro que no andaba muy bien. Yo me excusé y le comenté que no podía entrar en casa porque yo estaba sola allí, pero él insistía en que le corría prisa porque se tenía que ir a trabajar.

Entonces, le abrí la puerta y seguí caminando al patio cuando escucho que se cierra la puerta detrás de nosotros y noté que me cogía por detrás. Yo me defendí increpándolo y pidiendo que me dejara ir, pero él sólo decía: "Tu día ha llegado".

Yo gritaba, pero mi vecina al otro lado de la casa tenía un bar y ponía la música muy fuerte. Me arrastró, prácticamente, porque yo hacía fuerza para que me soltara. Incluso lo rasgué con mis uñas por todos lados. Me tiró en la cama, me subió la falda y me penetró fuerte, fue lo más horrible que sentí, pero yo seguía luchando rasguñando y de todo.


Pero no pude con él y allí pasó todo. Me quedé todo el día encerrada en el cuarto. Él me amenazó con que si yo contaba algo se llevaría a mi sobrina (la hija que tiene con mi hermana) que en aquel entonces tenía unos 4 años y que nunca más la volveríamos a ver.

Los siguientes tres meses lo evitaba cada vez que venía a casa o intentaba no estar. También empecé a tener fuertes dolores de espalda y de vientre. Posteriormente, entré en estados depresivos y ya mis padres y familiares empezaron a notar que no salía de casa y se preguntaron qué ocurría. No podía ir a clase, empecé a tener desmayos, mi mamá preguntaba sin cesar qué ocurría. Y yo, cobardemente, un día decidí tomar un montón de medicinas juntas y me intoxiqué. Entonces, me llevaron al médico y en el chequeo descubrieron que estaba embarazada. Fue raro porque a mí el período me había bajado puntual esos meses.

Recuerdo que mi hermana, la esposa del pendejo que me hizo eso, fue la que llegó a verme, pero yo me di la vuelta porque andaba con él. Poco tiempo después, la abandonó y se largó de casa.

Después de esto, no pude aguantar más y le conté todo a mi mamá.

Al día siguiente, fuimos a policía y a muchos sitios más. Yo estaba como en otro mundo; mi hermana no me creía, me gritaba y me echaba en cara que su marido se había ido por mi culpa. Pero parece que regresó después y entonces, desaparecieron todos llevándose a mi sobrina y la policía no los encontró. Nos decían que, cuando lo ubicásemos les llamáramos para así ir a prenderlo, pero nosotros no somos policías, los policías son ellos, ni somos tampoco investigadores privados. Me dolía más no saber de mi sobrina porque cualquier cosa le podía ocurrir. Con una persona así, no se sabía que podía pasar...

Pasaron los meses y llegó el momento de dar a luz. Cómo yo no estaba mentalizada y no quería al bebé no había preparado ni un pañal. Y mi mamá que estaba liada con abogados y demás, tampoco. Pero a la hora del parto sobró quién me regalara pañales, cupones, alfileres, leche, de todo...

Cuando mi hijo nació, me llevaron a la sala post parto. A mi bebé lo sacaron para que mi mamá lo viera. Ella me animaba y decía que lo mirase, pero yo no quería porque tenía miedo de que se pareciera a él....

Pero entonces el niño me respondió llorando. Cuando escuché su llanto, me eché a llorar, lo abracé y lo abrigué y es lo más hermoso que tengo.

Su hijo Bryant

En cuanto a mi agresor conseguimos localizarle, pero sobornó a policías y jueces para que no pudiéramos hacer nada contra él.

Seis años después me casé, pero mi esposo murió cuando nuestra niña tenía apenas seis meses, casi a los dos años de casados.

Cuatro años después, me volví a casar, pero mi esposo me abandonó y ahora tengo tres bebés, mi hijo de 15 concebido en la violación, mi hija de 8 de mi primer esposo y mi bebé de 2 años.

Trabajo en el Ministerio de educación de mi país, saco a mis hijos adelante como puedo y, aunque a veces no tengo para todo lo que queremos, me hacen muy feliz.


Nota: Shyrley Carvajal tiene tres hijos, uno de ellos de 15 años  concebido en una violación incestuosa, trabaja en el Ministerio de Educación de Nicaragua y se alegra de que pongamos letras a una historia que siempre  ha querido contar en un país en que las víctimas de  violaciones y los hijos nacidos de ellas no se tienen en cuenta.

Saturday, January 11, 2020

Aunque no soy producto de un amor humano, sí soy hija del amor de Dios.


Aprovechando el alboroto de estos días con "La culpa no era mía, ni dónde estaba, ni como vestía", brevemente les contaré mi historia.

Johana y su madre

Me llamo Johana Ramírez y soy de Colombia. Mi madre fue víctima de una violación a los 25 años. Tras ese gran trauma, ella le pedía a Dios un motivo para seguir viviendo y entonces supo que estaba embarazada de mí... Nunca pensó que pudiera ver a su violador en mí y ella me dice que soy su mayor regalo.  Es una mujer temerosa de Dios y fue eso entre otras cosas lo que le ayudo a superar ese horror. En aquel entonces ella vivía con mis abuelitos. El miedo de mi madre era tan inmenso... Se tenía que enfrentar a muchos gigantes, uno de ellos era mi abuelito.

Un día, platicando con mamá, ella me contaba la historia y miles de cosas que pasaban por su mente y, ¿cómo no?... Llevaba la terrible huella de una violación y en su vientre un bebé que venía en camino producto de ésta.

Pero ella, valientemente, dijo: "Mi bebé no tiene la culpa" y dio su Sí a la vida que hizo posible que yo esté hoy aquí.  Me siento afortunada porque, aunque no soy producto de un amor humano, sí soy producto de un amor sublime, orgullosamente hija del amor de Dios.


Con seguridad puedo decir que mi valiente madre no se arrepiente de la decisión tomada. No les miento que al principio fue un poco doloroso para mí saber esto, pero siempre he visto por parte de mi madre mucho amor, atención, todo su tiempo y lo más bonito de ella siempre ha sido para mí. Les cuento que hoy no me siento hija producto de una violación porque ella me dice que no se imagina una vida sin mí y, más que decirlo día a día, me lo demuestra con sus actos.

Son muchas las personas que se acercan a decirme lo orgullosa que se siente ella de mí. Y les cuento que yo me siento orgullosa de ella y no me canso de darle las gracias por enseñarme el valor de la vida, el respeto, amor, perdón y el temor de Dios.

Cabe señalar que mi mamá no guarda rencor en su precioso corazón, con amor de parte y parte hemos sanado. Más que madre e hija somos amigas, cómplices, confidentes, apoyo la una de la otra. Nos amamos cantidades inimaginables y soy su única hija.

Si bien la violación deja huellas imborrables en una persona, del aborto ni hablemos... Es sumarle una huella más. El aborto nunca es una opción, no es la solución.

Explicaré que mi abuelito, uno de esos gigantes a los que temía mi mamá, me ama muchísimo.

Nota: Johana es colombiana, estudiante de belleza integral, trabaja en una empresa  como asistente administrativo, es misionera de lazos de Amor Mariano y muy activa en las redes en la defensa por la vida.

Tuesday, January 7, 2020

Violaciones, esterilizaciones forzadas y abortos y abortos fallidos: Las esclavas sexuales de las guerrillas de las FARC de Colombia

Las violaciones sexuales son una clara forma de abuso contra la mujer pero el abuso de poder y fuerza es aún más cruel si cabe cuando el agresor se vale de su cargo y superioridad jerárquica para perpetrar el delito. Éste es el caso de las niñas colombianas reclutadas por la FARC, usadas sin piedad como esclavas sexuales y obligadas a abortar incluso en Estados avanzados de su gestación con el único propósito de acabar con la prueba del delito. El desprecio hacia sus vidas y las de sus hijos concebidos en violación y abuso es reflejo de cuán peligroso se puede convertir el hombre para sí mismo. Yamile, una de las niñas violadas, embarazadas y obligadas a abortar a su hijo se alza como portavoz de muchas muchachas que como ella sufrieron el desprecio y el abandono como mujeres y como madres y que pasados los años claman justicia psys ellas u sus bebés asesinados en un aborto que ellas no consintieron (Nota de Salvar El 1)


Artículo:Violaciones, esterilizaciones forzadas y abortos y abortos fallidos: Las esclavas sexuales de las guerrillas de las FARC de Colombia



En Colombia, le llaman la guerra invisible. Pero para los niños y los adolescentes para los cuales los que el campo de juego se convirtió en un campo de batalla, la violencia era inequívoca. 

Yamile Noscue, ex-guerrillera de las FARC

En un conflicto civil sangriento que duraría más de 50 años. A casi 17,000 soldados infantes les robaron  su juventud, su inocencia, y en muchos casos, sus vidas. Y no eran sólo carne de cañón. Niñas y a veces niños eran reclutados para convertirlos en esclavos sexuales. “Era como ser un nuevo juguete,” cuenta Yamile Noscué, quien fue secuestrada por insurgentes izquierdistas de la guerrilla cuando tenía solo 15 años, en el 2005. "Básicamente me convertí en su prostituta con camuflaje. Al cabo de unas horas de haber llegado al campo perteneciente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (las FARC), en Tolima, al centro de Colombia, Yamile fue violada y asaltada sexualmente. Sería una experiencia dolorosa que duraría dos años. “Después de que el comandante ha tocado a una niña, cualquiera puede hacerlo también, cuando quiera. Las violaciones son constantes.”

El caso de Yamile está siendo investigado por los tribunales de crímenes de guerra de Colombia. La corte fue creada como parte del acuerdo de guerra del 2016 entre el gobierno colombiano y los rebeldes de las FARC. Comenzará a escuchar los testimonios acerca de los reclutamientos ilegales de menores en Enero y un ex comandante mayor de la guerrilla  responderá preguntas sobre los supuestos abusos sexuales que ocurrieron dentro del rango y filas de la insurgencia. 

Yamile, ahora de 29 años, trató de reportar su pesadilla a sus superiores femeninas, pero fue ignorada. Le dijeron que ser usada para el sexo era su contribución a la revolución. “Debido a las violaciones quedé embarazada. Ni siquiera sabía quién era el padre. Pudo haber sido cualquiera de las decenas de hombres,” declaró Yamile. A sus 16 años, y con seis meses de embarazo, fue obligada a terminar con el embarazo. Sus ojos muestran el dolor que su voz trata de ocultar. “Me sujetaron y me dieron pastillas. Estaba enferma y sangrando. Fue muy doloroso,” dijo. Yamile pertenece a un grupo que va creciendo de voces de antiguas combatientes que están testificando sobre sus abusos sexuales. Pero hablar tiene un coste.

Muchas guerrilleras de las FARC fueron reclutadas ilegalmente y  abusadas sexualmente

La han seguido y amenazado varias veces hombres enmascarados que le dicen que se calle y pase página. En el 2016, un reporte del fiscal del estado de Colombia dijo que hay por lo menos 214 casos de niñas que fueron sometidas a violaciones, esterilizaciones forzadas, abortos forzados y otras formas de violencia sexual a manos de la guerrilla de las FARC. El mismo reporte estima que pudieron haber hasta mil abortos cada año, llevados a cabo por los insurgentes. 

“Camila” - estaba muy asustada para dar su nombre real - fue extraída de su casa por la guerrilla cuando tenía solo 14 años. Cuando se embarazó un año más tarde, le dieron una inyección antes de operarla contra su voluntad. “ Sólo recuerdo despertar sangrando mucho”, recuerda Camila. 

Ahora padece fallo renal crónico como resultado de un aborto fallido que soportó. La organización mundial, Women’s Link Worldwide, entregó un reporte de la violencia reproductiva al tribunal de los crímenes de guerra en Octubre.

“Los abortos fueron realizados en condiciones antihigiénicas e insalubres. A veces usaban drogas  o métodos poco convencionales para terminar con los embarazos y otras veces lo hacían a través de cirugías,” dice Mariana Ardila, una de las abogadas de la ONG. 

Las víctimas de violencia sexual de las FARC dicen que el aborto forzado es una política de la guerrilla para garantizar la rebelión y prevenir que sus campamentos se llenen de niños.

Esto fue negado por Victoria Sandino, quien fue comandante de la guerrilla y es Senadora de las FARC, que ahora se ha convertido en un partido político. “Si era una política o una regla, yo no estaba enterada y ciertamente no la ideé yo,” le dijo al periódico The Telegraph. 

“Por supuesto que esto es algo que necesita ser investigado pero es absurdo que las mujeres fueran reclutadas sólo para tener sexo. También, en el contexto de la guerra, se entendía que el embarazo era simplemente imposible. Lo que era mandatorio eran los anticonceptivos.”

La Señora Sandino admitió que los abortos sucedían dentro de la insurgencia. “Era una opción que teníamos como mujeres,” dijo. “Así como tenemos la opción de dejar la insurgencia y criar una familia, si era lo que queríamos hacer, y muchas mujeres lo hicieron”.

No coincide  con el testimonio de Yamile. “Yo tenía amigas que fueron ejecutadas, a quienes les dispararon porque querían quedarse con el bebé. No teníamos opción,” dijo. “O abortabas o te disparaban.” 

La historia de Héctor Albeidis Arboleda, conocido como “El Enfermero” o “El Médico” también arroja dudas sobre la libertad individual que las mujeres pudieron haber tenido para dejar a los rebeldes.

En Marzo de 2017, fue extraditado de España a Colombia. Se le acusa de realizar más de 599 abortos forzados sobre militares femeninas y está encarcelado en una prisión de máxima seguridad mientras espera su juicio.

“Si algo era forzado, era la decisión individual de los comandantes,” dijo la Sra. Sandino. Aquellas a quienes se les realizaban abortos forzosos no habrían sido reconocidas como víctimas del Estado Colombiano porque las consideraban como ex-insurgentes  y no como sobrevivientes de asalto sexual y violencia reproductiva. 

Pero en una decisión la semana pasada, la Corte Constitucional  anuló esa política, garantizándole reparaciones a las mujeres como Yamile y Camila. 

“El Estado debe garantizar atención especializada a las mujeres, niñas, adolescentes y adultos mayores que sobrevivieron violencia sexual perpetuada por actores armados, lo que implica la obligación de atención inmediata a esas víctimas de una forma inmediata, comprensiva y especializada”, de acuerdo con la decisión de la Corte Constitucional.

En un evento reciente en Medellín, realizado para conmemorar a los 2.3 millones de víctimas jóvenes del conflicto Colombiano, el líder de las FARC, Rodrigo Londoño o “Timochenko”,  no reconoció el abuso que se dio dentro de los rangos de las guerrillas, pero se disculpó por el sufrimiento padecido por generaciones de niños y adolescentes en el país. 

“Causamos dolor y  sufrimiento y muchos niños murieron pero esa nunca fue nuestra intención”, dijo. “Y por eso, estamos arrepentidos”. 

Pero para Yamile, la disculpa no fue suficiente. “Deben pagar por lo que hicieron. Sólo espero que les den el castigo que merecen”, dijo.

Artículo traducido de The Telegraph

Monday, January 6, 2020

Sí a la vida sin excepciones. Mi postura sobre el aborto

Por Abby Johnson

Aunque he escrito alguna vez sobre  mi camino de conversión al pensamiento provida sin excepciones, nunca  he compartido esta historia públicamente pero creo que es hora de hacerlo.

En el año 2011 trabajé muy duro para asegurarme de que se aprobara la “ley del ultrasonido” en Texas. Era una buena ley y estoy orgullosa de apoyarla. Tenía una excepción en casos de violación, pero pensé que no era importante ya que hay muy pocos bebés abortados que hayan sido concebidos en una violación. Si hay menos de un 1%... trabajemos para salvar el 99%.

La ley se aprobó y poco después tuve una conversación con Rebecca Kiessling. Rebecca fue concebida en una violación muy violenta contra su madre biológica. A pesar de que ella probablemente estaba disgustada porque había apoyado estas leyes discriminatorias, fue muy paciente conmigo y me explicó los matices de ser provida sin excepciones. Después de varias conversaciones con ella, de mucha oración y de leer mucho al respecto, me di cuenta de que estaba equivocada y que al apoyar un proyecto de ley con la excepción en caso de violaciones, estaba devaluando a aquellos que ya han sido tan marginados anteriormente. Así que decidí hacer algo al respecto. Yo había sido una voz muy importante en hacer que se aprobara la ley de ultrasonido... Quería enmendar las cosas y hacer desaparecer las excepciones por violación así que tomé la decisión de que esa fuera mi única prioridad en la sesión de 2013 (en Texas se tiene solamente una sesión cada año). 


Regresé con uno de los legisladores clave en el proyecto de ley (a quien yo estaba muy cercana) y le dije que mi única meta en esta sesión legislativa era acabar con esa excepción por violación. Su respuesta fue: “Eso no va a pasar, Abby. Se hicieron tratos con diferentes políticos para que se aprobara la ley y los acuerdos incluían las excepciones por violación. No daré marcha atrás con los acuerdos. Sería malo para mí”. Así que hacemos acuerdos excluyendo a los bebés concebidos en violación. Me senté con lágrimas en los ojos. No podía creer que hubiera creído en la idea de “volver” para protegerlos a todos. Eso había sido una gran mentira.

Así que pensé y me dije a mi misma: Entonces vayamos por las excepciones en la enmienda Hyde. Regresé al Capitolio y me entrevisté con varios legisladores provida. Cada uno de ellos me dijo que jamás tratarían de derogar las excepciones en la enmienda Hyde. Uno de ellos me dijo que si apoyaba las excepciones, eso sería una “muerte electoral” para él. Una legisladora afirmó que suprimir cualquier excepción por violación sería “cruel” para las mujeres que habían sido violadas. ¿De verdad? ¿Cruel? ¿Cruel para quién? Ciertamente no es cruel para los bebés no nacidos. Y no puede ser cruel para una mujer que ha concebido en una violación tener los mismos derechos e información que las mujeres que no han concebido en violación. 

Yo sabía que teníamos que volver, rectificar las propuestas de ley y sacarlas... porque nuestros políticos jamás permitirían  que se borrasen las excepciones por violación. Para ser honesta, ellos no quieren suprimirlas. 

Escuchamos todo el tiempo: “Sólo aprobamos  esta ley y volvemos a salvar al 1%”. ¿De verdad? ¿Cuántas veces han “vuelto” por estos bebés? ¿5 veces? ¿10 veces? No. Nunca. Nunca hemos vuelto. Y por lo que parece,  jamás lo haremos. Las personas que dicen que volveremos, no tienen la capacidad de volver y cerrar la brecha. Las únicas personas que pueden hacerlo son nuestros políticos, y ellos no lo harán si nosotros no lo demandamos. Ya les hemos dicho una y otra vez que estos niños no son tan importantes. Entonces, ¿Cómo hacemos para que nuestros políticos dejen de incluir las excepciones por violación? Antes que nada, el movimiento provida tiene que definir una postura fuerte. Tenemos que dejar de aceptar estas excepciones por violación y oponernos a cualquier ley en las que se incluyan. Y, después, debemos decirle a estos políticos que si incluyen excepciones por violación o votan a favor de ellas nosotros no los votaremos. Tenemos que decirles que perderán nuestro apoyo. Nosotros tenemos que tomar una fuerte postura y responsabilizarlos.


Verán, ellos hacen eso porque nosotros se lo permitimos. Si el movimiento provida tomara una fuerte postura contra estos proyectos de ley con excepciones, ellos se lo pensarían dos veces antes de incluirlas. Si le dijéramos a estos políticos, “si incluyes una excepción por violación, nos aseguraremos de que éste sea tu último cargo,” entonces ellos ya no lo harían. ¡Pero no lo hacemos! ¡Sólo seguimos y lo aceptamos!

Creo en el aumento progresivo... pero no si una ley discrimina a un grupo en particular. Cuando la gente establece  una analogía con  “un edificio que está en llamas”, mi respuesta es simple. Mi meta es prevenir que el fuego empiece para no tener que decidir qué vida es valiosa. Si te encontraras con un edificio en llamas y tuvieras que  salvar niños, ¿elegirías a los que tuvieran cierto color de cabello o fueran de cierta etnicidad? Porque eso es lo que estás haciendo cuando apoyas estos proyectos de ley. Estás eligiendo quiénes tienen valor y a quiénes vale la pena salvar.

¿Apoyarías una ley que estableciera que sólo los bebés blancos deberían ser protegidos del aborto? ¿Apoyarías una ley que dijera que los abortos serían realizados para todos los bebés, a menos que sus padres tuvieran educación universitaria? ¿Apoyarías una ley que sólo protegiera a los bebés del aborto en caso de que su sexo fuera masculino? ¿No? ¿Por qué no? ¿Porque eso sería sexista? ¿Porque eso sería racista? ¿Porque eso sería discriminatorio? Sí, tienes razón. Estas leyes son tan discriminatorias como las leyes que permiten abortar a bebés concebidos en violación. 

Podrías decir: “Pero Abby, ¿podría eso funcionar?” Sí, sí puede. Estados como Georgia y Michigan JAMÁS han pasado una ley con alguna excepción. ¿Por qué? Porque sus legisladores saben que si siquiera sugirieran que una excepción fuera añadida a una ley, ellos perderían apoyo. Puede funcionar. Funciona. ¡Pero no sucederá a menos que empecemos a actuar como verdaderos provida y adoptemos una actitud firme.


Uno de nuestros hijos es producto de una situación abusiva. No puedo decirles lo doloroso que es para mí, su madre, ver en la sección de noticias de mi Facebook, cuántos de nuestros “amigos provida” apoyan estas leyes que discrimina su vida, que dicen que su vida no tiene el mismo valor. Porque cuando lo tomo en mis brazos y miro su cara, veo que él está destinado a algo increíblemente especial. Él es igualmente humano, con el mismo valor, su vida es igualmente valiosa y merece también protección. Y lo más importante, él es igualmente precioso ante los ojos de Dios. Y aunque me duela en mi propio hijo, no puedo imaginar lo doloroso que es para personas como Rebecca Kiessling ver el apoyo de sus amigos a una ley que dice que su vida no es valiosa. No puedo ni imaginar ese dolor y la traición. Así que la pregunta es ésta: ¿Apoyarías una ley que sólo permitiera que se abortaran los bebés blancos? Si no, entonces deberías dejar de discriminar a los niños concebidos en violación. Dile no a las excepciones por violación. Levántate, ten el valor y deja de aceptar la excepción.

“¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que siente más alegría por ella que por las 99 no descarriadas. De la misma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de estos pequeños.” Mateo 18: 12-14



Actualización: 

Después de escribirse el artículo en 2016, Georgia aprobó la Ley del latido del corazón con una excepción de violación gracias al nacimiento de una nueva organización provida en Georgia  que defiende la excepción por violación.

Bio: Abby Johnson está casada y es madre de cuatro hijos. Es conferencista, escritora, y activista provida. Ella abortó dos veces y trabajó para la multinacional del aborto Planned Parenthood como directora de una clínica. En octubre de 2009 después de ver un aborto por ultrasonido, dejó su cargo. La película "Inesperado", 2019, está basada en su conversión al pensamiento provida.