Saturday, October 28, 2017

Tengo 5 hijos maravillosos, pero todos ellos pudieron entrar en las llamadas 'excepciones'


Soledad Llano

Tengo 33 años, llevo 12 años de matrimonio y tengo 5 hijos maravillosos... pero todos ellos pudieron entrar en las llamadas 'excepciones'.


Tenía 17 años cuando me dijeron que mi embarazo era de alto riesgo. Mi hija no se estaba desarrollando normalmente . Más bien, su crecimiento era anormal, muy pequeña para su edad gestacional. La diagnosticaron con Acongroplasia que sería 'enana'. Me dijeron que su calidad de vida sería mala y que quizás no sobreviviría pues se veía muy débil. Estaba sola, no había papá, mi tenía una madre que se ocupara de mí. Sólo una hermana pequeña.


Un día  me corrió un líquido extraño. No sabía qué era. Se lo comenté a mi tía y ella me dijo que había roto fuente y que debía irme al hospital. 

Cuando llegué, me atendieron inmediatamente. A las 17:25 y sin dolor alguno, sin anestesia, en un parto natural llegó mi hija con 34 semanas de gestación. Presentó un color amarillo pero fue nada. A los 2 días nos fuimos a casa. Ahora ya tiene 15 años y una excelente salud. 

A mis 21 años ya casada en mi semana 34 comencé con comezón. Mi matrona, Julia, me derivó con el Dr Salazar. Él siempre decía que la comezón podía ser considerada como un desorden en las embarazadas que es provocada por la subida de la bilirrubina en el hígado lo que causa que la placenta se acabe antes de las 40 semanas. Por ende, el bebé en gestación se queda sin alimento y muere de hambre en el vientre materno. El Dr me dijo que debía hospitalizarme si no la guagua nacería muerta. Fue horrible escuchar eso. Me quedé ingresada, me hicieron exámenes a diario, ecografías. Fue así durante 8 días y el séptimo día se comenzó con la inducción del parto. El Dr Oliva y el Dr Salazar y otro que no recuerdo me cuidaron. El octavo día de inducción nació mi hijo con muchas contracciones. Pesó 4.440 kgs y midió 54.5 cms. Este 14 de octubre cumplirá 12 años y goza de una exelente salud. 



A mis 24 años, mi tercer embarazo. Todo perfecto llegué a las 38 semanas y boté el tapón mucoso. Llamé a mi madre para que se quedará con los niños.  Mi esposo había llegado esa mañana de Antofagasta y llegó mi cuñada. Todo listo, ningún dolor.

 LLegué a eso de las 12 de la noche y me quedé. Me diagnosticaron preparto, mi esposo se quedó esperando, le dijeron que se fuera que no nacería hasta el otro día pero mis antecedentes hicieron que se quedara. Mis partos son rápidos. A las 3 de la mañana mi compañera de cuarto boto un líquido verde. Me levanté y le fui avisar a la matrona. Ella fue a revisar a la mamita y mientras me subía a la cama me observaba y me dijo: "Te voy a examinar". Le respondí:"Estoy bien, no siento nada de dolor".  Me preguntó si mi esposo estaba afuera o se había ido. "Afuera", le dije. Lo llamaron y siendo las 3:40 a.m nació Leandrito, morado y con un llanto débil.

Mi bebé nació en un hospital donde había sólo un pediatra y él llegaba a las 9:00. Nadie lo examinó. Mi bebé sólo lloraba, no podía mamar. El doctor cuando llegó fue al primer bebé al que examinó y lo derivó a Pediatría, se lo llevaron. Me retó que yo lo había contagiado, que no me había cuidado, que no había hecho mis controles a lo cual una enfermera me defendió: "No, ella hasta ayer fue a sus controles y no registra ninguna patología, tiene todos sus exámenes y ecografías. 

Me hicieron un examen tras el parto aún sangrando  para ver si tenía rastros de Estreptococo. Creían que en el parto lo había contagiado. A las 13:00 trasladaron a mi bebé a Talca y lo ingresaron a la UCI neonatológica.

Llegó muy débil sufriendo por la falta de oxígeno. Hicieron junta médica, necesitaban un VAFO y no lo tenían y era un riesgo vital trasladar a mi hijo. De repente se desocupó el VAFO de otro bebé fallecido y pusieron a mi hijo en coma inducido 8 días en VAFO.

Un gran equipo médico, enfermeras, técnicos cuidaron a mi bebé. Luego paso a ventilación mecánica, lo despertaron del coma, abrió sus ojitos una y otra vez. Nos autorizaron a llevarle un monito musical y nos dejaron vestir a nuestro bebé sólo con piluchitos y calcetines. No se podía más por los sensores de las presiones.  

Cuando mi bebé llevaba un mes hospitalizado, la Dra. Leiva, cardióloga pediatra, lo diagnóstico con Cardiopatia congénita. Tenía un shunt amplio y un CIV comunicación intraventricular mal alineada de izquierda a derecha, otra infección y había que trasladarlo al hospital clínico de la PUC. 

Viajamos un 23 de junio, día de mi cumpleaños. El Dr. González realizó su ecodoopler y después de casi 2 horas de examen solicitaron cupo y lo dejaron en la incubadora en Neonatología.  Se realizaron los exámenes que necesitaban, firmamos consentimiento pues mi bebé  era de alto riesgo y estaba débil. 

Lo examinó una genetista porque querían ver si tenía algún síndrome que explicará su condición.  No sé qué pasó con eso pero llegó el día jueves en la tarde y el dr González me explicó  que había que operar  pero había un riesgo del 15% de que muriera en el pabellón o en el post operatorio. Firmé con angustia.

Su cirugía duró entre 10 y 12 horas, fue un día muy largo el dr me dijo que si fallecía mi bebé él  mandaría a alguien a avisarme.  Fue una tortura cada vez que alguien salía de ese pasillo. Mi esposo llegó a las 13:00 el 6 de julio y nos trasladaron a Talca en una ambulancia especial con un doctor y un equipo médico. 

Como me resfrie el día 7 no pude verlo así que me fui a Constitución a ver a mi hija que estaba de cumpleaños y volví el dia 9 de julio. Mi bebé estaba muy mal, no estaba oxigenando bien y el ventilador estaba en 100. Su corazón estaba débil, me pidieron que saliera porque  lo iban a examinar. Al  rato, sacaron a las otras mamás. Todos estaban con mi bebé, el chico del aseo corrió escaleras abajo por sangre para mi hijo,  la Dra Leiva me habló y me dijo que  mi hijo se podía  morir.  Por primera vez lloré, salí, esperé. Me vino a buscar la Dra Larenas y me dijo que entrara. Vi a mi hijo y ya  no había signos vitales, las máquinas marcaban cero la Dra tocó mi hombro y me dijo que me acércara a tocarlo y que le  dijese  algo. Cuando me acerqué, toqué su manita izquierda,  la acaricié y vi en  esas máquinas que  su corazón comenzaba a latir otra vez. Sentí que no era justo que estuviera así, le hable al oído le dije: "Te amo con el alma, pero sé que estás cansado. Si no quieres más, si necesitas descansar, no te preocupes por mí yo voy a estar bien, nunca te voy a olvidar, te llevaré siempre en mi corazón y mente y un día te prometo que estaremos juntos otra vez cuando Dios lo diga". Y se fue.

Luego llegó Simón,  embarazo de alto riesgo síntomas de parto prematuro, muchos controles. También traía problemas, pero el doctor me dijo que con cuidados todo estaría bien. La Dr Leiva lo atiende.  Tiene una Válvula Aórtica bicuspide funcionalmente competente. Nació con 36 semanas. Aparte de su cardiopatía, todo lo demás exelente. Cumplió 7 años. 


Y mi chiquita. Supe que ella venía  con 20 semanas de embarazo y que era niña. Me dió diabetes gestacional, me indujeron el parto y nació con 38 semanas. Cumplió ya 5 años. Soy una madre feliz, disfruto cada día a mis hijos y mi pena vive conmigo.



Tengo 33 años 12 años de matrimonio y 5 hijos maravillosos.

Soledad Llano, Chile. 

Simón (cardiopatía congenita), Jesús(placenta envejecida), Mical( Enanismo), Leandrito (Infección Estreptococo), Jesús  (placenta envejecida), keila (5 años).

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